El Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS), instaurado en diciembre de 2019, dejará de aplicarse el próximo 23 de diciembre de 2024, según anunció el gobierno de Javier Milei. Esta medida, que marcó un punto de inflexión en la política fiscal argentina durante los últimos cinco años, no será prorrogada tras cumplir su período de vigencia, transformando el panorama de consumo y ahorro en dólares.
Un tributo con impacto múltiple
El impuesto PAIS fue implementado como un recargo del 30% sobre operaciones en moneda extranjera, afectando tres grandes áreas:
- Compra de divisas para ahorro: el atesoramiento de dólares en el mercado oficial.
- Gastos con tarjetas en el exterior: compras realizadas con tarjetas de crédito o débito fuera del país.
- Adquisición de servicios y bienes en el extranjero: incluye desde servicios digitales hasta paquetes turísticos y bienes adquiridos fuera del territorio nacional.
El objetivo principal era desincentivar la demanda de divisas y proteger las reservas del Banco Central. Los recursos generados se destinaron a financiar programas sociales como los de ANSES y PAMI, obras de vivienda social, infraestructura económica y actividades para fomentar el turismo interno.
¿Qué cambia con la eliminación del impuesto?
El fin del impuesto PAIS trae consigo una reducción significativa en el costo del dólar turista, que hasta ahora incluía este recargo del 30%. Sin embargo, el gobierno confirmó que se mantendrá otro 30% como percepción anticipada de Ganancias y Bienes Personales, lo que significa que, aunque el dólar para consumos en el exterior será más barato, no estará exento de costos adicionales.
Por esta razón, otras opciones, como el dólar MEP o los financieros, seguirán siendo alternativas competitivas para quienes busquen obtener divisas. En el corto plazo, esta modificación podría beneficiar a quienes realizan consumos en el exterior, pero no necesariamente impactará en la dinámica de ahorro en dólares, ya que el cepo cambiario sigue limitando el acceso al dólar oficial.
Perspectivas económicas y sociales
Desde su implementación, el impuesto PAIS generó tanto apoyo como controversias. Para algunos, representó una herramienta esencial para estabilizar la economía en un contexto de crisis recurrente; para otros, fue un obstáculo más en un sistema económico ya cargado de restricciones.
El anuncio de su finalización abre interrogantes sobre el futuro de las reservas internacionales y el manejo fiscal. Además, será clave observar cómo el gobierno planea reemplazar los ingresos que este tributo generaba, especialmente considerando que financiaba sectores estratégicos como el social y el habitacional.
Una medida que redefine la relación con el dólar
El fin del impuesto PAIS llega en un momento en que la economía argentina sigue enfrentando tensiones cambiarias y desafíos en el frente fiscal. Esta decisión, que busca simplificar el acceso al dólar para consumos en el exterior, podría ser percibida como un guiño al mercado y un paso hacia la desregulación, en línea con la visión liberal del gobierno de Milei.
No obstante, la percepción anticipada de Ganancias y Bienes Personales sugiere que la política fiscal seguirá buscando captar ingresos sobre las operaciones en divisa extranjera, lo que deja a los argentinos aún lejos de una plena libertad cambiaria.