Los alquileres en Rosario no dan tregua. Según el último relevamiento realizado por el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO), el precio de los contratos nuevos en la ciudad volvió a subir en mayo por encima de la inflación, y en algunos casos llegó a duplicarla. Mientras el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Santa Fe marcó una suba del 2,9% para abril, los alquileres de monoambientes y departamentos de dos dormitorios experimentaron incrementos mensuales de hasta un 7,7%.
La situación coloca a la plaza rosarina de alquileres por encima del promedio inflacionario, generando una creciente preocupación en inquilinos, sindicatos y organizaciones de defensa del acceso a la vivienda.
Los nuevos precios en el mercado
El informe del CESO analiza la evolución de los precios de contratos nuevos en diferentes tipos de viviendas. En mayo, se registraron los siguientes valores promedio:
- Monoambientes: $280.000 mensuales. Este valor representa un aumento del 7,7% respecto al mes anterior y un incremento acumulado del 40% desde enero.
- Departamentos de un dormitorio: $360.000 mensuales. En este caso, la suba mensual fue del 2,9%, en línea con la inflación oficial, y el incremento acumulado en el año es del 28,6%.
- Departamentos de dos dormitorios: $480.000 mensuales. Este segmento registró un aumento del 6,7% mensual y una suba del 33,3% en lo que va de 2025.
Un gasto que se lleva gran parte del salario
La economista del CESO, Celina Calore, explicó que este es el tercer mes consecutivo en que los alquileres en Rosario aumentan por encima de la inflación. “Durante 2023 y el primer trimestre de este año habíamos visto una desaceleración en la evolución de los alquileres, pero desde marzo se observa una nueva aceleración que vuelve a poner presión sobre los hogares”, señaló la especialista.
La relación entre los precios de alquiler y los ingresos reales evidencia el impacto en el poder adquisitivo:
- Un jubilado que percibe el haber mínimo ($366.482) debe destinar el 76,4% de su ingreso para alquilar un monoambiente tipo en el centro de Rosario. Esto sin contar expensas ni servicios.
- Para quien percibe el Salario Mínimo Vital y Móvil, el alquiler de ese mismo monoambiente representa el 90,9% de su ingreso. En mayo de 2024, esta relación era del 60%. El salto refleja una pérdida histórica del poder adquisitivo frente al costo habitacional.
- Una docente de grado sin antigüedad, con un salario de $703.000, debería destinar el 51,2% de su sueldo para alquilar un departamento de un dormitorio. A eso se le suman las expensas, que promedian el 15,8% adicional del alquiler.
Una problemática creciente
Los resultados del informe mensual del CESO no solo sirven como guía para inquilinos a la hora de firmar nuevos contratos o renegociar los vigentes, sino que también pintan un panorama preocupante: el acceso a la vivienda se convierte en un desafío cada vez más costoso para los sectores medios y bajos.
El encarecimiento sostenido del alquiler, combinado con la pérdida de poder adquisitivo del salario y jubilaciones, configura un escenario de fuerte vulnerabilidad económica para miles de rosarinos y rosarinas.
En ausencia de políticas públicas orientadas a regular o equilibrar el mercado de la vivienda, la presión sobre los ingresos seguirá en aumento. Organizaciones de inquilinos ya comenzaron a reclamar medidas urgentes que frenen la escalada de precios y garanticen el derecho a un techo digno.