Apple pagará 95 millones de dólares tras una demanda por espionaje a través de Siri

Apple, la gigante tecnológica con sede en Cupertino, California, ha acordado desembolsar 95 millones de dólares para resolver una demanda colectiva que acusaba a la compañía de espionaje ilegal a través de su asistente virtual Siri. La denuncia, presentada en 2019, señalaba que Apple interceptó y revisó conversaciones privadas de los usuarios sin su consentimiento, generando un escándalo que golpea uno de los pilares de su marca: la protección de la privacidad.

El origen del conflicto: Siri bajo la lupa

La demanda colectiva apuntó a que Siri, presente en dispositivos como iPhone, iPad y Mac, grababa y compartía fragmentos de conversaciones privadas de los usuarios, incluso cuando no se activaba mediante el comando «Hey Siri» o «Oye Siri». Entre los diálogos interceptados, se mencionaron situaciones íntimas y delicadas como consultas médicas, conversaciones sexuales o interacciones relacionadas con actividades ilegales.

Según los demandantes, estos registros fueron revisados por contratistas externos contratados por Apple para mejorar el desempeño del asistente virtual. La compañía admitió que utilizaba grabaciones con fines de mejora, pero aseguró que estas prácticas ya fueron descontinuadas.

Una de las participantes de la demanda afirmó que los dispositivos grabaron conversaciones de su hija menor de edad, las cuales luego habrían sido utilizadas para direccionar anuncios publicitarios en el navegador Safari. Otros usuarios denunciaron que Siri se activaba sin que se hubiera pronunciado el comando, presuntamente por detectar frases similares o incluso ruidos ambientales.

El escándalo que desafió los valores de Apple

El caso escaló debido a que Apple basa gran parte de su imagen corporativa en el respeto por la privacidad. En campañas publicitarias recientes, la compañía liderada por Tim Cook ha destacado este aspecto como una ventaja diferencial frente a otras empresas tecnológicas. Sin embargo, la demanda puso en jaque esta promesa, obligando a la compañía a admitir que no cumplió con sus «altos ideales».

En un comunicado, Apple reconoció las deficiencias y aseguró que eliminó permanentemente los registros capturados de manera inadvertida. Además, habilitó una página web con instrucciones para desactivar la función «Mejorar Siri», la cual estaba vinculada a la recopilación de ciertas grabaciones para optimizar el software.

El acuerdo judicial y sus alcances

El acuerdo de 95 millones de dólares, presentado en un tribunal federal de California, cubre a los usuarios de dispositivos Apple con Siri activado entre el 17 de septiembre de 2014 y el 31 de diciembre de 2024, cuyas conversaciones fueron grabadas sin que lo hubieran invocado previamente.

El sitio Gizmodo informó que el monto compensará a los afectados que formaron parte de la acción colectiva, aunque los detalles específicos de cómo se distribuirán los fondos aún no se han hecho públicos.

Un caso que deja huella en la industria

El episodio no solo afecta a Apple, sino que también plantea interrogantes más amplios sobre el uso de la inteligencia artificial y el manejo de datos privados. Los asistentes virtuales como Siri, Alexa de Amazon y Google Assistant se han convertido en herramientas comunes, pero su funcionamiento depende de micrófonos que están constantemente escuchando el entorno, lo que genera dudas sobre el alcance de su activación y la protección de la privacidad.

Para Apple, este caso representa un duro recordatorio de que incluso las empresas más valiosas y reconocidas no están exentas de errores que pueden erosionar la confianza de los usuarios. La firma deberá redoblar esfuerzos para reforzar su imagen como líder en privacidad y evitar nuevos escándalos que pongan en riesgo su reputación.