Autonomía Municipal en Rosario: Un Avance Histórico que Redefinirá la Gobernanza Local

La palabra “autonomía” nos remite a la idea de libertad y autosuficiencia, y aunque Rosario no alcanzará una independencia total, el logro de la autonomía municipal representa un paso decisivo para una ciudad que, siendo la más grande de Santa Fe y con una enorme capacidad económica, no es su capital provincial.

Desde la reforma de la Constitución Nacional en 1994, Rosario viene reclamando mayor capacidad para autogestionarse, y ahora, tres décadas después, la reforma de la Constitución de Santa Fe abre esa puerta. Con la sanción de la ley de necesidad de reforma constitucional en diciembre de 2023, Rosario está más cerca de poder decidir cómo administrarse, cómo votar y cómo estructurar sus servicios y gobierno.

El Alcance de la Autonomía

La ley habilita a una Convención Constituyente para incluir la autonomía municipal en la nueva Carta Magna provincial. Pero, ¿qué significa en términos prácticos? La autonomía abarcaría lo político, administrativo, económico, financiero e institucional. Esto permitirá a Rosario crear su propia Carta Orgánica, una suerte de “Constitución local” que definirá su estructura de gobierno y competencias.

Franco Gatti, abogado constitucionalista, explica que la nueva Constitución fijará un marco general, y luego una ley especial definirá los niveles de autonomía según las categorías municipales. Rosario, como ciudad principal, tendrá el mayor grado de independencia, incluyendo la posibilidad de dictar su Carta Orgánica.

Debate: ¿Quién Redacta la Carta Orgánica?

Aquí surgen diferencias entre los actores políticos. El oficialismo, representado por Sebastián Chale, secretario de Gobierno de Rosario, propone que el Concejo Municipal sea quien redacte la primera Carta Orgánica para agilizar el proceso. Sin embargo, otros sectores, como el socialismo y figuras como Lionella Catallini, abogan por elecciones específicas para elegir a los estatuyentes, argumentando que este paso es crucial para la vida democrática de la ciudad y no debe limitarse por razones de costos o tiempos.

Por otro lado, Roberto Sukerman y Juan Monteverde coinciden en que limitar esta tarea al actual Concejo excluye la participación de sectores no representados y de expertos con experiencia política. Monteverde señala que un proceso abierto y participativo sería más legítimo y enriquecedor para definir la Constitución local.

¿Autonomía Total o Condicionada?

Aunque la autonomía se presenta como un avance, no estará exenta de limitaciones. Por ejemplo, la ley estipula que las elecciones municipales deben coincidir con las provinciales, lo que restringe la libertad política de Rosario. Sukerman argumenta que decidir fechas electorales debería ser una facultad de la ciudad, mientras que Chale defiende el sistema actual por su claridad y separación de categorías.

Además, la necesidad de una ley complementaria genera incertidumbre. ¿Será Rosario realmente autónoma o estará sujeta a restricciones impuestas por la Legislatura provincial? Para Sukerman, la autonomía debe ser plena y no un esquema “tutelado” por la provincia.

Impacto en la Vida Cotidiana

Los cambios concretos que traerá la autonomía son motivo de debate. Desde la gestión Javkin, Chale destaca la posibilidad de que la Municipalidad pueda gestionar créditos sin depender de autorizaciones provinciales o nacionales. Esto facilitaría proyectos estratégicos y fortalecería la posición de la ciudad en la discusión por la coparticipación.

Además, Rosario podría asumir competencias completas en áreas como emisión de boletas y gestión de gravámenes, lo que simplificaría procesos actualmente engorrosos. Sukerman también menciona casos como las expropiaciones, donde la autonomía permitiría actuar directamente sin depender de la provincia, como ocurrió en el caso de Salta 2141.

Descentralización y Participación Ciudadana

Otro aspecto relevante es la descentralización del poder hacia los barrios. Catallini y Monteverde coinciden en que se debería permitir la elección de concejales por distrito, acercando la política a la ciudadanía. Monteverde propone incluso transformar los distritos en minimunicipios con presupuestos propios, inspirándose en modelos como el de Bogotá.

Sin embargo, esta descentralización debe estudiarse cuidadosamente para evitar riesgos como el caudillismo barrial, según advierte Chale.

Una Visión Metropolitana

Finalmente, la autonomía debe considerar el contexto metropolitano de Rosario. Problemáticas como transporte, residuos y medio ambiente trascienden los límites municipales, por lo que una gobernanza regional es esencial. Sukerman y Catallini resaltan la importancia de revitalizar el Ente de Coordinación Metropolitana (Ecom) para integrar a Rosario con las ciudades vecinas. Monteverde advierte que ignorar esta dimensión puede llevar a problemas de congestión y desorden, como ocurre en Buenos Aires.

Hacia un Nuevo Modelo de Gobernanza

La autonomía municipal representa una oportunidad histórica para Rosario. Más allá de las diferencias sobre cómo implementarla, todos coinciden en que debe empoderar a la ciudadanía, descentralizar decisiones y fortalecer el rol de la ciudad en la región. Con desafíos por delante, este proceso tiene el potencial de transformar la gobernanza local y posicionar a Rosario como un modelo de democracia y gestión eficiente en el país.