En un contexto internacional signado por crecientes tensiones y desafíos bélicos emergentes, el Ejército de Chile avanza en la modernización de su artillería, incorporando nuevas tecnologías como drones de largo alcance y sistemas digitales de coordinación táctica. La apuesta busca transformar el entrenamiento y aumentar la capacidad operativa ante escenarios cada vez más complejos.
El Centro de Entrenamiento de la Escuela de Artillería (CEART) es el núcleo de este cambio estratégico. Allí se está implementando el Team Awareness Kit (TAK), una aplicación desarrollada originalmente por el Ejército de Estados Unidos que permite compartir información en tiempo real entre múltiples unidades en el terreno, optimizando la conciencia situacional.
Tecnología militar en acción
La plataforma TAK está siendo utilizada en conjunto con drones especialmente adaptados para integrarse a este sistema. Estos equipos, capaces de volar hasta 12 kilómetros, mantenerse en el aire durante 90 minutos y alcanzar velocidades de casi 70 km/h, ofrecen una ventaja táctica decisiva en tareas de reconocimiento y apoyo de fuego.
El entrenamiento con estas herramientas tecnológicas fue reforzado a través de una capacitación del Centro de Investigación e Innovación Tecnológica del Ejército de Chile (CIITEC), con el objetivo de lograr una integración efectiva y operativa en el corto plazo.
Una apuesta por la interoperabilidad y el futuro
Con esta modernización, el Ejército chileno se posiciona como uno de los más avanzados de la región en cuanto a interoperabilidad y uso de sistemas inteligentes de combate. La apuesta no es menor: prepararse para potenciales escenarios bélicos, incluyendo conflictos de escala global, como una eventual Tercera Guerra Mundial, ha dejado de ser un tema de ciencia ficción para integrarse a la planificación militar.
“El uso de drones y plataformas como TAK representa un salto cualitativo para la artillería nacional, permitiendo operaciones más seguras, precisas y coordinadas”, destacan desde el CEART.
Un modelo para la región
Mientras buena parte de Sudamérica continúa lidiando con restricciones presupuestarias y estructuras militares más tradicionales, Chile busca consolidar un modelo de Ejército moderno, adaptable y tecnológicamente capacitado para las demandas del siglo XXI. La evolución de sus Fuerzas Armadas no solo se refleja en el campo de batalla simulado, sino también en la formación de su personal y su preparación para escenarios reales.