En un hecho histórico para Argentina, el Ministerio de Gobierno e Innovación Pública, a través de la Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de Bienes y Derechos Patrimoniales (Aprad), entrega un inmueble decomisado en una causa de narcotráfico a la asociación civil Madres Territoriales de Rosario. Este lugar, ubicado en la zona oeste de la ciudad, alberga ahora un centro de tratamiento de adicciones, marcando un hito en la lucha contra el narcotráfico y la reinserción social.
La propiedad, localizada en la intersección de Nicaragua y Pitágoras, en el barrio Villa Fanta, cuenta con 500 metros cuadrados construidos. Anteriormente, fue utilizada como base de operaciones por una organización narco. Ahora, tras ser refaccionada y equipada con fondos provenientes de la subasta de bienes decomisados, se convierte en un espacio de esperanza y recuperación.
El secretario de Gestión de Registros Provinciales, Matías Figueroa Escauriza, destaca el impacto simbólico de esta transformación: “Las personas que se están tratando en esta casa muchas veces han ido a búnkeres a comprar droga y han sufrido la droga. Que hoy ese mismo lugar sea un refugio para su recuperación tiene un valor enorme”.
Un precedente nacional
Figueroa Escauriza subraya que este proyecto es único en el país. “Es la primera vez que sucede en Argentina: reutilizar un inmueble del narcotráfico para beneficiar a las principales víctimas de este flagelo, que son los adictos”. La casa, que alguna vez fue alquilada con dinero proveniente del tráfico de drogas, ahora alberga talleres y cuenta con 15 plazas para alojar a personas en proceso de rehabilitación.
El espacio no solo busca atender a quienes padecen problemas de consumo, sino también resignificar el uso de los bienes confiscados al delito. “La Provincia ha decomisado 15 inmuebles pertenecientes a las dos organizaciones narcocriminales más grandes de Santa Fe. Algunos serán subastados, otros asignados a ministerios, pero este caso es especial porque trabajamos con una organización civil que tiene un rol activo en la lucha contra las adicciones”, explicó el funcionario.
Un camino marcado por la resistencia y la transformación
El proceso no estuvo exento de desafíos. Según Figueroa Escauriza, hubo una demora inicial en la toma de posesión de estos bienes debido al temor que genera enfrentarse a organizaciones criminales. Sin embargo, el compromiso del Estado permitió superar estos obstáculos y dar un nuevo sentido a propiedades que antes alimentaban el ciclo de violencia y destrucción.
La inauguración de este centro se enmarca en una política provincial que busca reutilizar bienes decomisados para fines estatales o sociales. Más allá de la subasta privada, esta estrategia permite que recursos obtenidos del delito vuelvan a la sociedad en forma de servicios esenciales.
Un modelo para replicar
La casa en Villa Fanta es más que un espacio físico; es un símbolo de resistencia y transformación. El trabajo conjunto entre el gobierno provincial y la asociación civil Madres Territoriales muestra cómo la colaboración puede generar impacto real en comunidades afectadas por el narcotráfico.
Este modelo no solo atiende a quienes buscan salir del consumo problemático, sino que también envía un mensaje claro: los bienes del delito no quedarán impunes ni sin uso, sino que serán redirigidos para construir un futuro más justo.
