Un tren de carga descarriló este jueves por la tarde en las vías de Gaboto al 5000, en la zona oeste de Rosario, derribando paredes de dos viviendas en villa Banana. A pesar de la magnitud del incidente, no hubo víctimas fatales, aunque el hecho generó conmoción y destacó las vulnerabilidades en una de las zonas más postergadas de la ciudad.
Un accidente que pudo ser fatal
La formación, compuesta por 29 vagones cargados de azúcar y tabaco, perdió el control y se estrelló contra dos casas construidas a escasos metros de las vías. “Por suerte no hubo una muerte”, expresó una de las vecinas afectadas, reflejando el alivio entre los residentes, quienes reconocen que el accidente podría haber tenido consecuencias mucho más graves.
En el lugar del siniestro, las imágenes mostraban paredes derrumbadas y cañerías de agua dañadas, agravando la situación para las familias. Las mangueras, que transportaban agua de forma precaria, quedaron destrozadas, mientras que la zanja cercana se desbordó, generando un terreno fangoso y contaminado con aguas servidas.
El impacto en la comunidad: casas dañadas y recursos limitados
Entre las afectadas se encontraba una mujer que vive con su hijo en una de las casas dañadas. “El tren descarriló y nos chocó. Los vecinos me van a ayudar, pero tenemos que arreglar la pared”, explicó, visiblemente angustiada y con muletas. Sin recursos económicos para afrontar las reparaciones, expresó su deseo de mudarse a un lugar más seguro.
Otra vecina, con evidente frustración, señaló que este problema no es nuevo: “En cualquier momento iba a pasar esto. El tren cuando viene pasa con toda”. Además, describió cómo su suegra se descompuso por el impacto y cómo las familias se preparaban para pasar la noche sin luz ni agua potable.
Una zona relegada
Villa Banana es un barrio que refleja las desigualdades urbanas en Rosario. Aunque algunas partes del barrio han sido transformadas mediante proyectos de urbanización, la zona afectada por el accidente permanece en estado precario, sin las mejoras que llegaron a sectores cercanos, como los ubicados sobre la avenida 27 de Febrero.
La falta de infraestructura adecuada y la proximidad de las viviendas a las vías del tren no solo agravan los riesgos, sino que también exponen a las familias a vivir en condiciones que muchos describen como insostenibles.
Los próximos pasos y la respuesta inmediata
Tras el descarrilamiento, se informó que la locomotora permanecerá en el lugar hasta este viernes por la mañana, cuando se espera la llegada de una grúa para realizar las tareas de encarrilamiento. Mientras tanto, las familias afectadas esperan soluciones temporales que les permitan pasar la noche de forma segura.
Este accidente pone de manifiesto la urgencia de políticas públicas que prioricen la seguridad y el desarrollo de barrios como villa Banana, donde los peligros cotidianos se suman a una ya difícil realidad social.