Dinamarca y Suecia avanzan hacia la prohibición de matrimonios entre primos: una medida para proteger contra la violencia de género

Dinamarca y Suecia han dado un paso decisivo hacia la prohibición de matrimonios entre primos, sumándose así a la iniciativa de Noruega que ya implementó esta medida meses atrás. La decisión responde a la creciente preocupación por el vínculo entre este tipo de matrimonios y la violencia de género, especialmente en aquellos casos donde las uniones están relacionadas con cuestiones de honor dentro de ciertas comunidades.

En Suecia, el impulso para la prohibición surge a raíz de investigaciones gubernamentales que revelaron que los matrimonios entre primos, a menudo arreglados por las familias, estaban vinculados a situaciones de violencia de género. Estas uniones, según los informes, no son fruto de una elección individual, sino de una imposición familiar o de clanes, algo que ha despertado la alarma entre las autoridades del país.

Gunnar Strömmer, ministro de Justicia de Suecia, ha sido uno de los principales defensores de la nueva legislación. “La violencia y la opresión relacionadas con el honor son un grave problema social”, señaló el ministro, subrayando que muchas personas ven restringidas sus libertades debido a estas normas opresivas dentro de las familias. Según él, los matrimonios entre primos son una de las causas que perpetúan este tipo de violencia, motivo por el cual resulta urgente establecer límites legales claros.

Violencia de género y matrimonios arreglados: el trasfondo de la prohibición

El contexto que impulsó esta normativa en Suecia y Dinamarca radica en el control y la opresión que muchas mujeres sufren dentro de sus familias. En muchos casos, las decisiones de matrimonio no son tomadas por las parejas, sino por las familias o clanes, con el objetivo de mantener un sentido de honor y preservar la estructura familiar tradicional. Esta práctica, más común entre ciertas comunidades de Medio Oriente que han migrado a Europa, ha generado un gran debate sobre las libertades individuales y los derechos humanos.

Según las investigaciones llevadas a cabo en Suecia, si bien el número de matrimonios entre primos es relativamente bajo —se estima que unas 150 personas han contraído este tipo de unión— la preocupación no radica tanto en los números, sino en las condiciones en las que estos matrimonios son celebrados. Muchas veces, las mujeres se ven forzadas a aceptar estas uniones bajo la presión de sus familias, quedando atrapadas en situaciones de abuso y violencia.

El comité especial que llevó a cabo la investigación gubernamental evaluó que, en la mayoría de los casos, la decisión de casarse con un primo es tomada por las familias y no por los individuos involucrados, lo que viola la libertad personal de las mujeres. El gobierno sueco busca así frenar este tipo de matrimonios forzados, a la vez que envía un mensaje claro sobre la defensa de los derechos individuales y la lucha contra la violencia de género.

El avance de Dinamarca: protección contra matrimonios opresivos

Siguiendo el ejemplo de Noruega y Suecia, Dinamarca también ha decidido avanzar en la creación de una legislación que prohíba los matrimonios entre primos. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, junto a otros miembros del gobierno, como el ministro de Asuntos Exteriores, Lars Løkke Rasmussen, y el ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen, se pronunciaron a favor de la medida.

Frederiksen afirmó que la ley llevará tiempo en implementarse, ya que requiere un análisis profundo debido a la diversidad de matrimonios a lo largo de generaciones, tanto dentro como fuera de Dinamarca. Sin embargo, la mandataria subrayó que, en la actualidad, Dinamarca enfrenta nuevos desafíos debido a la llegada de personas provenientes de culturas donde el matrimonio entre primos es una práctica común, y donde muchas veces estas uniones son utilizadas para oprimir a las mujeres.

El gobierno danés también ha expresado su preocupación por convertirse en un «paraíso» para este tipo de matrimonios si no se legisla al respecto, ya que, de no existir restricciones, Dinamarca podría atraer a personas que busquen esquivar las prohibiciones de otros países escandinavos. Aunque la mayoría de los países de la Unión Europea no cuentan con leyes que prohíban este tipo de uniones, Dinamarca ha decidido adelantarse al problema y buscar soluciones que protejan los derechos de las mujeres en el contexto familiar.

Anita Johnson, directora de la ONG RED Center, que gestiona refugios para víctimas de violencia y conflictos relacionados con el honor, ha respaldado esta medida, destacando que la prohibición puede ser un paso clave para proteger a las mujeres de la opresión familiar. Johnson también subrayó la importancia de enfrentar las nuevas dinámicas familiares que están surgiendo en Dinamarca, donde las uniones mixtas y la diversidad cultural han comenzado a generar nuevos desafíos sociales.

El caso de Argentina: ¿existe regulación para los matrimonios entre primos?

En Argentina, el Código Civil y Comercial establece varias prohibiciones para contraer matrimonio, pero no incluye a los primos dentro de los impedimentos. Según la legislación argentina, no pueden casarse aquellos que tengan parentesco en línea recta (padres e hijos) o entre hermanos, pero no existe una restricción específica para primos.

El código también aclara que las acciones privadas de las personas están exentas de la autoridad de los magistrados, siempre y cuando no afecten al orden público, la moral o los derechos de terceros. Por lo tanto, el matrimonio entre primos es legal en Argentina y no está regulado por las restricciones que algunos países europeos han comenzado a implementar.