El fraude por suplantación de identidad en WhatsApp sigue escalando como una de las principales modalidades de delito virtual en Rosario y el país. Según la Fiscalía de Ciberdelito del Ministerio Público de la Acusación (MPA), esta práctica se ha convertido en un patrón recurrente desde hace cuatro años, con entre 100 y 120 denuncias diarias en el sistema web, de las cuales 30 a 40 corresponden a delitos tecnológicos.
El “modus operandi” de las estafas
Las estrategias utilizadas por los delincuentes virtuales suelen explotar la confianza de los contactos de las víctimas. Un caso reciente involucra al secretario de Gobierno de la Municipalidad, Sebastián Chale, quien sufrió la suplantación de identidad en su cuenta de WhatsApp. Desde su número se enviaron mensajes como: “Necesito cambiar 10.000 USD”. Por otro lado, en un edificio del macrocentro rosarino, dos vecinos reportaron hackeos casi simultáneos en sus cuentas, con pedidos de transferencias fraudulentas desde sus números.
El fiscal Matías Ocariz detalló que estas estafas llegan en “oleadas”, variando su frecuencia según la época del año. Aunque los contactos de las víctimas suelen estar advertidos y sospechan, la modalidad sigue siendo eficaz en muchos casos. La técnica detrás del hackeo radica en obtener el código de verificación que habilita el acceso a una cuenta desde otro dispositivo.
Cómo protegerse y actuar en caso de hackeo
La clave para prevenir estos ataques es activar la verificación en dos pasos en WhatsApp, una medida que agrega una capa adicional de seguridad. Ocariz también enfatizó la importancia de no compartir el código de verificación de seis dígitos con nadie.
Si una cuenta es robada, el primer paso es informar a los contactos para evitar que caigan en posibles estafas. Luego, el usuario debe enviar un correo a support@whatsapp.com con el asunto «Cuenta clonada/robada», explicando la situación y proporcionando el número afectado con el prefijo nacional (+54). Tras este proceso, recuperar la cuenta puede demorar hasta una semana.
Troyanos y otros ciberfraudes: la evolución del delito virtual
El ciberfraude ha diversificado sus tácticas, incluyendo el uso de “troyanos”, programas maliciosos que recaban información y ejecutan transferencias sin que el usuario lo detecte. Un caso emblemático en Rosario involucró a un empresario que perdió 300 millones de pesos mediante un troyano en su cuenta de homebanking. Aunque se logró recuperar el 60% del dinero, este ejemplo ilustra el alcance y la rapidez con la que operan los ciberdelincuentes.
El fiscal Ocariz explicó que los troyanos actúan como el famoso Caballo de Troya, camuflándose en archivos aparentemente inofensivos, como links, PDFs o programas ejecutables. Su recomendación para prevenir este tipo de estafas es no abrir enlaces ni archivos enviados desde correos desconocidos, verificar que las URLs sean legítimas y recordar que ninguna institución bancaria pedirá datos confidenciales por estas vías.
La inteligencia artificial y el futuro de las estafas
El avance de la tecnología, particularmente la inteligencia artificial (IA), plantea nuevos desafíos para combatir el delito virtual. En Estados Unidos, un gerente fue víctima de una estafa sofisticada en la que los delincuentes, usando IA, simularon una videollamada con sus jefes para solicitar una transferencia de dinero. Este tipo de ataques, según Ocariz, serán cada vez más difíciles de detectar.
El impacto del ciberfraude en la vida cotidiana
La digitalización ha trasladado las relaciones y transacciones humanas al ámbito virtual, lo que ha ampliado el terreno para los delincuentes. Las modalidades incluyen correos falsos de empresas reconocidas, estafas relacionadas con multas de tránsito y mensajes urgentes diseñados para generar miedo o euforia en las víctimas, bloqueando su capacidad de razonar.
Ocariz subrayó que el “poder de fuego” de los ciberfraudes supera al de los robos tradicionales, ya que requieren menos riesgos y tienen un alcance global. Por ello, es esencial educar a la población sobre medidas de seguridad digital y fomentar la denuncia de estos delitos para evitar su proliferación.