El Gobierno nacional oficializó este lunes la renuncia del juez federal de Rosario, Marcelo Bailaque, quien dejará su cargo este martes 1º de julio tras ser aceptada su dimisión mediante un decreto firmado por el presidente Javier Milei y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.
La renuncia del magistrado, presentada el pasado 10 de junio ante el avance de un proceso en el Consejo de la Magistratura, le permite evitar el juicio político y conservar su jubilación como exjuez federal, primero en Caleta Olivia y luego en Rosario. Bailaque enfrenta serias acusaciones en tres expedientes judiciales que lo vinculan con delitos de corrupción y presuntas relaciones con organizaciones narcocriminales.
Una salida anticipada ante el escándalo
El ahora exjuez decidió dejar el cargo apenas una semana antes de tener que presentar su defensa oral ante la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura. Aunque finalmente envió un descargo por escrito, su renuncia se produjo en medio de una presión creciente para su suspensión preventiva y posterior remoción.
La comisión había aprobado por unanimidad avanzar con el proceso de destitución, pero no había una fecha definida para tratar el tema en el plenario del organismo. Con esta decisión, Bailaque evita formalmente ese camino.
¿Irá a prisión domiciliaria?
Pese a haber renunciado, Bailaque aún debe enfrentar una orden de prisión preventiva dictada a fines de abril por el juez federal Eduardo Rodríguez Da Cruz. Hasta ahora, esa medida no se había hecho efectiva debido a los fueros judiciales que lo amparaban. Resta saber si, con la pérdida de su inmunidad, la Justicia ordenará su detención o si podrá cumplirla bajo la modalidad de arresto domiciliario.
Los cargos que lo comprometen
Las acusaciones contra Bailaque se centran en tres casos emblemáticos:
- Vínculos con Esteban Alvarado: se lo acusa de haber actuado en causas relacionadas con el capo narco pese a tener conexiones personales y profesionales con su entorno. No sólo no se excusó de intervenir, sino que también obstaculizó medidas clave como interceptaciones telefónicas y demoras procesales.
- Extorsión a un empresario: está señalado en una causa presuntamente armada para extorsionar al empresario Claudio Iglesias. Según el expediente, el financista Fernando Whpei y el exjefe de la AFIP Rosario, Carlos Vaudagna (arrepentido), habrían intentado cobrar una coima de 200.000 dólares para frenar la investigación.
- Desvío de fondos públicos: el tercer cargo involucra el presunto manejo fraudulento de recursos de una cooperativa de estibadores intervenida por la Justicia. Parte del dinero habría sido desviado a una mutual ligada a Whpei. A pesar de esos vínculos, Bailaque tampoco se apartó del expediente.
Con su renuncia oficializada, se cierra una etapa en la que uno de los jueces más cuestionados de Rosario logra eludir el juicio político, pero no necesariamente las consecuencias judiciales. Ahora, la mirada estará puesta en los próximos pasos de la Justicia federal.