El mercado inmobiliario en vilo: incertidumbre tras la salida del cepo y el nuevo esquema cambiario

La reciente decisión del gobierno nacional de liberar el cepo cambiario y adoptar un nuevo esquema monetario, donde el dólar flota dentro de bandas preestablecidas, ha desatado un escenario de incertidumbre que golpea de lleno al mercado inmobiliario. El foco de atención se centra especialmente en los contratos de alquiler, atados en su mayoría al Índice de Precios al Consumidor (IPC), que se ve directamente impactado por las variaciones del tipo de cambio.

Desde Rosario, una de las plazas inmobiliarias más dinámicas del país, el representante del Colegio de Corredores Inmobiliarios, Diego Ferreyra, brindó su visión sobre las consecuencias que este nuevo esquema podría traer para el sector. “Hay que esperar a ver qué sucede con la inflación, cómo se conforma. Venimos con una base de marzo que rompió un poco con la media”, explicó Ferreyra en declaraciones a Telenoche (El Tres). Y agregó: “Ahora hay que ver cómo impacta en el IPC este movimiento del dólar oficial”.

El temor principal es que la suba del dólar oficial repercuta rápidamente en el precio de la canasta básica y los servicios, lo que a su vez eleva el índice inflacionario. Esa variable es clave, ya que define los ajustes periódicos de los contratos de alquiler vigentes, afectando de manera directa la economía de los inquilinos. Pero no solo eso: también incide sobre los nuevos contratos que se están celebrando en este escenario de alta volatilidad.

“La variación del dólar podría afectar tanto en la canasta básica como en los servicios. En definitiva, es lo que termina afectando de manera directa tanto a los índices que inciden en los contratos de locación activos como a los nuevos departamentos que se van incorporando en alquiler”, advirtió el corredor rosarino. El riesgo, según los especialistas, es que se produzca una nueva oleada de aumentos en los alquileres, motivada por la aceleración inflacionaria que podría derivarse del movimiento cambiario.

No obstante, no todo es incertidumbre dentro del mundo inmobiliario. Ferreyra también destacó que, en lo que va del año, el segmento de compra-venta de inmuebles viene registrando un notable repunte. “Comparado en términos interanuales, enero y febrero tuvimos un 60% más de volumen de actividad de escrituras”, señaló. Este crecimiento se vincula, en buena parte, a la reactivación de los créditos hipotecarios, que lentamente comienzan a mostrar señales de resurgimiento tras años de estancamiento.

El impulso de las hipotecas ha generado mayor movimiento en los registros de escrituras, algo que no se veía desde hace tiempo. Sin embargo, el nuevo panorama económico obliga al sector a mirar con cautela hacia adelante. “Hay que esperar con prudencia y expectativa, ver qué pasa con los índices oficiales. Hay que tener en cuenta que en la actualidad siguen coexistiendo tres tipos de niveles de contratos que afectan de forma distinta, con variables e índices que operan del mismo modo”, concluyó Ferreyra.

Así las cosas, el sector inmobiliario se encuentra en un compás de espera. La clave estará en observar cómo evoluciona el índice de inflación en las próximas semanas y cómo incide la nueva política cambiaria sobre los precios de la economía real. En este contexto, propietarios, inquilinos, compradores y corredores aguardan señales claras para poder tomar decisiones sin caer en riesgos innecesarios.