El ministro Cococcioni aborda el doble crimen de Pillín Bracamonte y la estrategia de seguridad para contener la violencia en Rosario

El ministro de Seguridad y Justicia de Santa Fe, Pablo Cococcioni, se refirió al asesinato de Andrés “Pillín” Bracamonte, líder de la barra de Rosario Central, y de su ladero Daniel “Rana” Attardo, en una conferencia de prensa realizada en el Centro de Justicia Penal de Rosario este lunes. Este brutal crimen, ocurrido el sábado por la noche en la zona norte de la ciudad, reavivó los temores sobre una escalada de violencia en la región.

Cococcioni describió el doble homicidio como “un hecho llamativo y preocupante” y detalló la coordinación inmediata entre fuerzas locales y nacionales para esclarecer lo sucedido. La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, se comunicó de inmediato con el gobernador Maximiliano Pullaro, y la secretaria de Seguridad, Alejandra Monteoliva, se desplazó el domingo a Rosario junto con su equipo para liderar las investigaciones.

Coordinación entre fuerzas y un esfuerzo para evitar represalias

El ministro destacó el papel del Ministerio Público de la Acusación (MPA) en la investigación del caso y señaló que se está formando un grupo específico para investigar el fenómeno de la violencia ligada a las barras bravas. “No vamos a minimizar el hecho y sus implicancias. Por eso trabajamos intensamente en reajustar el despliegue policial en conjunto,” afirmó Cococcioni. Con esta estrategia, las autoridades buscan no solo esclarecer el asesinato de Bracamonte y Attardo, sino también prevenir posibles episodios de represalias que podrían poner en peligro la estabilidad lograda en Rosario en los últimos meses.

Al referirse a la importancia de mantener la paz en la ciudad, Cococcioni fue claro: “Vamos a evitar que este hecho se use para reinstalar una vuelta al pasado en Rosario. Vamos a cuidar al máximo lo logrado en estos 11 meses para que los rosarinos vivan tranquilos.” Desde su gestión, la coordinación entre fuerzas federales y provinciales ha permitido reducir algunos focos de violencia en la ciudad, aunque la compleja red de intereses y rivalidades de las barras bravas continúa siendo un desafío.

Despliegue de seguridad y ausencia policial en la escena del crimen

Ante las preguntas sobre la falta de presencia policial en el lugar del ataque, Cococcioni explicó que el operativo de seguridad para eventos deportivos se basa en un sistema de postas en puntos de ingreso y salida, con el objetivo de asegurar la desconcentración segura de los asistentes al estadio. Esto significa que no se refuerzan cada una de las cuadras cercanas al recinto. “La prioridad es la desconcentración, no es costumbre asignar un policía en cada metro”, aclaró el funcionario.

El ministro también mencionó que, a pesar de haber sido objeto de múltiples intentos de homicidio, Bracamonte seguía mostrando rutinas habituales que lo exponían a riesgos. “Aquí estamos hablando de una persona que había sido objeto de 29 atentados a su vida con pocas medidas de autopreservación, y hasta mostrándose, repitiendo sus rutinas una y otra vez a pesar de que tenía prohibición de ingreso a la cancha,” observó Cococcioni, quien insistió en la dificultad de prever un ataque de este tipo.

Fortalecimiento de la prevención para contener posibles rebotes de violencia

Cococcioni también adelantó que, aunque este crimen resultó imprevisible, la respuesta de las autoridades no solo está orientada al esclarecimiento del hecho, sino también al fortalecimiento de la prevención en las calles. Esto implica un ajuste en los operativos policiales para evitar la propagación de la violencia, especialmente en un contexto donde el liderazgo en la barra brava de Rosario Central puede quedar en disputa.

El funcionario enfatizó la necesidad de reforzar el monitoreo y el control de la situación para evitar una reacción en cadena: “El hecho no pudo ser previsto; ahora hay que esclarecerlo y reforzar la prevención en calle, que nos va a permitir evitar un rebote de violencia.”

La importancia de una investigación exhaustiva y abierta a todas las hipótesis

En relación a las líneas de investigación, el ministro fue enfático al subrayar que no se descarta ninguna hipótesis. La muerte de Bracamonte y Attardo tiene, según Cococcioni, “implicancias disruptivas” en el tejido social de Rosario, y es lógico que la ciudadanía se pregunte qué puede suceder a continuación. “No se puede descartar ninguna [hipótesis]. Son hechos que producen conmoción, son disruptivos. Muchos tienen preguntas sobre lo que va a pasar, pero siempre en casos así, trabajando eficientemente, se logra dilucidar el hecho”, afirmó.

Esta postura refleja la determinación de las autoridades de analizar el crimen desde todos los ángulos, explorando tanto las conexiones que Bracamonte mantenía en el mundo delictivo como las rivalidades internas de la barra brava, que podrían haber desencadenado este asesinato.

Un mensaje para Rosario: la seguridad y la tranquilidad como prioridad

El mensaje de Cococcioni en la conferencia de prensa fue contundente: el gobierno provincial y nacional están comprometidos en evitar una escalada de violencia en Rosario. La paz alcanzada en estos últimos meses es un “activo” que no quieren perder, y el enfoque ahora es preservar la estabilidad para que la ciudad no retroceda en sus avances de seguridad.

La presencia de autoridades de alto rango como Alejandra Monteoliva y del equipo nacional de inteligencia criminal refuerza el compromiso del gobierno nacional con Rosario en un momento de alta tensión. La coordinación efectiva entre todas las entidades de seguridad es vista como una herramienta clave para resolver rápidamente el caso y brindar respuestas concretas a la ciudadanía, restaurando la calma en una ciudad que, una vez más, se enfrenta al desafío de la violencia ligada al fútbol y a sus barras bravas.