Después de más de siete décadas de incógnitas, el misterio del hundimiento del Heimara, conocido como el «Titanic griego», finalmente fue resuelto. Una nueva investigación reveló la ubicación de los restos del barco y recuperó objetos personales de los pasajeros, arrojando luz sobre el desastre marítimo más trágico en la historia de Grecia.
Según informó el medio británico The Sun, el Heimara se hundió el 19 de enero de 1947 tras chocar contra un islote en el golfo de Eubea Sur, cobrando la vida de 400 personas. Este devastador naufragio ha sido objeto de especulaciones durante décadas, pero ahora, gracias al trabajo de un equipo de buzos liderados por Kostas Thoctarides, se pudieron recuperar valiosas piezas que cuentan la historia de aquel fatídico día.
Descubrimientos en el fondo del mar
El equipo de exploración submarina halló una serie de artefactos sorprendentes en el lugar del naufragio. Entre ellos, zapatos de niños, objetos personales de los pasajeros, periódicos y libros que, a pesar del tiempo transcurrido bajo el agua, aún pueden leerse. Estos elementos no solo permiten reconstruir los últimos momentos de quienes viajaban en el Heimara, sino que también ofrecen una conexión tangible con el pasado.
La investigación reveló que el hundimiento se debió a un error humano. La tripulación no aseguró correctamente el cierre de las puertas estancas, lo que facilitó el rápido ingreso del agua tras el impacto. Además, se descubrió que el barco nunca había sido sometido a un simulacro de abandono, lo que agravó la tragedia al momento de evacuar a los pasajeros.
El legado del Heimara
Los artefactos recuperados ahora forman parte de una exposición gratuita en Rafina, donde el público puede conocer en detalle la historia del naufragio. Gracias a este hallazgo, el Heimara deja de ser solo una leyenda trágica para convertirse en un capítulo documentado de la historia marítima de Grecia.