El Papa Francisco recibe el alta tras 38 días de internación y reaparece en público con la voz debilitada

El Papa Francisco deja atrás una de las internaciones más prolongadas de su pontificado y regresa a la Casa Santa Marta en el Vaticano luego de permanecer 38 días en el Policlínico Gemelli de Roma. Su salida del hospital fue seguida por una multitud de fieles y medios de comunicación, atentos a su estado de salud tras haber atravesado una neumonía bilateral que puso en riesgo su vida.

A bordo del pequeño utilitario que suele utilizar para sus desplazamientos, el pontífice de 88 años fue trasladado directamente a su residencia en el Vaticano. En el camino, la emoción de los presentes se hizo notar, tanto en las puertas del hospital como en la plaza de San Pedro, donde se colocaron pantallas para seguir su reaparición.

Un saludo esperado y una voz debilitada

Antes de abandonar el hospital, Francisco sorprendió con una breve aparición desde la ventana de su habitación en el décimo piso del Gemelli. Fue su primer contacto visual directo con el público en semanas, y lo hizo en silla de ruedas, con buen semblante pero con evidentes signos de debilidad.

«Agradezco a todos», expresó con esfuerzo ante la multitud que lo esperaba desde temprano. En un gesto espontáneo, se dirigió a una mujer que sostenía un ramo de flores amarillas: «Veo a esa señora con las flores amarillas, qué bien». Sin embargo, su voz sonó débil, una consecuencia del prolongado uso de oxígeno durante su internación, lo que debilitó sus músculos de la garganta.

Debido a esta dificultad, el Ángelus dominical fue nuevamente difundido por escrito, como ha ocurrido en las últimas semanas. Los médicos del Papa indicaron que deberá continuar con su rehabilitación para recuperar por completo su capacidad vocal.

Una recuperación marcada por momentos críticos

El Papa Francisco había sido internado el pasado 14 de febrero debido a problemas respiratorios que, tras estudios, se confirmaron como una bronquitis por infección polimicrobiológica, agravada luego por una neumonía bilateral. Según sus médicos, el pontífice sufrió «dos episodios muy críticos que pusieron en peligro su vida», lo que llevó a una prolongada estadía en cuidados intensivos.

A lo largo de su hospitalización, el Vaticano se encargó de mantener informados a los fieles sobre su evolución. El pasado 6 de marzo, el Papa envió un mensaje de audio en español durante el rezo del Rosario por su salud en la plaza de San Pedro. En esa grabación ya se percibía su voz extremadamente fatigada. Días después, se difundió la primera fotografía del pontífice en el hospital, mostrando un leve mejoramiento.

El sábado, en vísperas de su alta médica, Francisco emitió un mensaje dirigido a la peregrinación jubilar de la archidiócesis de Nápoles, en el que agradeció el apoyo recibido: «En estos días he sentido tanto el apoyo de esta cercanía vuestra, especialmente a través de las oraciones con las que me han acompañado».

Regreso al Vaticano y desafíos por delante

Con su regreso a la Casa Santa Marta, el Papa Francisco encara una nueva etapa en su recuperación. Su agenda oficial se mantiene en revisión, con especial atención en su rehabilitación vocal y física.

A pesar de su frágil estado de salud, el pontífice ha demostrado una vez más su fortaleza y voluntad de mantenerse cercano a los fieles. En el Vaticano, la expectativa es alta sobre cuándo podrá retomar plenamente sus actividades, pero por ahora, la prioridad será su completa recuperación.