En un contexto de creciente preocupación por el impacto de las redes sociales en la salud mental y el desarrollo emocional de los menores, España, Francia y Grecia han presentado una propuesta conjunta para establecer una edad mínima obligatoria en toda la Unión Europea para acceder a estas plataformas digitales.
El planteo fue formalizado con vistas a la próxima reunión de ministros de telecomunicaciones del bloque europeo, que se celebrará en Luxemburgo el 6 de junio. En el documento, los tres países no especifican todavía cuál debería ser esa edad mínima —dejando abierta la discusión para los próximos encuentros entre Estados miembro— pero sí delinean una serie de medidas concretas para reforzar la protección de los menores en el entorno digital.
Un frente común ante un problema creciente
El documento fue firmado por el ministro español de Transformación Digital, Oscar López; la ministra delegada francesa de Inteligencia Artificial y Digitalización, Clara Chappaz; y el ministro griego de Digitalización, Dimitris Papastergiou, y advierte que Europa enfrenta un “problema de responsabilidad intergeneracional que requiere acción colectiva”.
Los tres gobiernos coinciden en que no se trata de criminalizar la tecnología ni de generar medidas represivas, sino de establecer criterios comunes de acceso a las redes que sean realistas, aplicables y eficaces para prevenir daños. “Queremos proteger a los menores frente a los riesgos y dinámicas adictivas que muchas plataformas digitales fomentan, sin negar el potencial positivo que ofrecen estos entornos cuando se usan con criterio”, señala el documento.
Verificación de edad y control parental, en el centro del debate
Uno de los puntos clave de la propuesta es la creación de mecanismos obligatorios y universales para verificar la edad de los usuarios en internet. En la actualidad, la mayoría de plataformas requieren una declaración manual de la edad del usuario, sin herramientas efectivas de control, lo que ha permitido que millones de menores accedan libremente a contenidos y contactos no apropiados para su edad.
Además, se propone que todos los dispositivos conectados a internet —como teléfonos móviles, tablets y computadoras— incorporen software de control parental preinstalado que pueda ser activado por los padres o tutores, reforzando así la supervisión en el ámbito familiar.
Bruselas, por su parte, ya trabaja en el desarrollo de una aplicación móvil para toda la UE que permitirá a los usuarios demostrar que son mayores de edad sin necesidad de revelar su edad exacta, lo cual facilitaría la implementación de estas restricciones sin comprometer la privacidad.
Contra los “diseños adictivos”: hacia un entorno digital adaptado a la edad
La iniciativa también hace foco en las denominadas “arquitecturas adictivas y persuasivas” utilizadas por las plataformas sociales. Se trata de elementos como la reproducción automática de videos, las notificaciones constantes, los algoritmos hiperpersonalizados o las ventanas emergentes, que aumentan la permanencia de los usuarios —especialmente los más jóvenes— en estos entornos, generando patrones de uso compulsivo.
España, Francia y Grecia proponen que la legislación europea exija diseños adaptados a la edad del usuario, limitando o prohibiendo este tipo de funcionalidades para menores de edad.
Marco normativo existente y avances legislativos nacionales
El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) ya contempla una protección especial para los datos de menores, y la reciente Ley de Servicios Digitales (DSA) prohíbe mostrar publicidad personalizada a usuarios menores de 18 años. A esto se suma la obligación de las plataformas de ser más transparentes respecto al funcionamiento de sus algoritmos.
En línea con esta propuesta, España presentó el año pasado un anteproyecto de ley orgánica para elevar a 16 años la edad mínima para acceder a redes sociales, que además tipifica como delito el incumplimiento de esta norma. Por su parte, Francia aprobó en abril una ley que obliga a las páginas de contenido para adultos a verificar la edad de sus visitantes, y el presidente Emmanuel Macron ha propuesto directamente prohibir el uso de redes sociales antes de los 15 años.
Grecia, en tanto, ha avanzado con una estrategia de protección digital para menores centrada en la educación y el acompañamiento familiar, promoviendo herramientas de control parental y la formación digital de padres y madres.
Salud mental, tecnoadicción y el desafío del «scroll infinito»
Diversos estudios europeos han alertado en los últimos años sobre el aumento de trastornos de salud mental entre niños y adolescentes vinculados al uso excesivo de redes sociales. En particular, se ha señalado el impacto del llamado scroll infinito —el desplazamiento constante por contenidos sin fin— como uno de los elementos que altera los circuitos cerebrales del placer, la atención y la toma de decisiones en los más jóvenes.
Los ministros firmantes advierten que “el progreso tecnológico ha abierto nuevos caminos para el aprendizaje, la creatividad y la comunicación, pero también ha traído consigo desafíos urgentes”, y subrayan que la exposición a contenidos no filtrados o a interacciones con desconocidos en redes puede generar daños emocionales, adicciones, problemas de autoestima y riesgo de grooming, entre otros.
Próximos pasos: una agenda común europea
La intención de los tres países es que, tras la reunión de ministros del 6 de junio, se genere un consenso europeo amplio que permita avanzar hacia una legislación comunitaria armonizada en materia de edad mínima y protección digital infantil.
“Europa puede y debe liderar el estándar global en la protección de los menores en internet”, concluye la propuesta, que podría marcar un punto de inflexión en la forma en que el continente regula el acceso de los jóvenes a los entornos digitales.