Europa sufre un masivo apagón que deja a millones sin luz: España y Portugal, los más afectados

Una gran parte de la península ibérica quedó paralizada este lunes tras un apagón de escala inédita que afectó principalmente a España y Portugal. Más de diez horas después del corte inicial, millones de ciudadanos seguían sin suministro eléctrico, sin acceso a servicios básicos como el transporte público, las telecomunicaciones o los cajeros automáticos, mientras los gobiernos aún no lograban esclarecer el origen del incidente.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, calificó la situación como “sin precedentes” y detalló que la red eléctrica nacional perdió el 60% de su capacidad en tan solo cinco segundos, lo que equivale a unos 15 gigavatios. «Nunca habíamos experimentado una caída a cero del sistema», expresó el mandatario en un mensaje dirigido a la nación.

Las consecuencias fueron inmediatas y caóticas. Las principales ciudades, como Madrid, Barcelona y Lisboa, experimentaron cortes masivos que obligaron al cierre de oficinas, la suspensión del transporte ferroviario y el colapso del tránsito en numerosas arterias. En Barcelona, incluso algunos vecinos decidieron intervenir en la organización del tráfico ante la falta de semáforos.

Las redes ferroviarias de ambos países quedaron completamente detenidas, lo que obligó a evacuar más de 100 trenes con aproximadamente 35.000 pasajeros. Para las 23:00 horas, aún quedaban al menos once formaciones pendientes de ser desalojadas. En las capitales, como Barcelona y Lisboa, los sistemas de metro dejaron de funcionar, generando largas colas en paradas de autobuses desbordados por la demanda.

También se vieron afectados hospitales, estaciones de servicio y redes de telefonía móvil, que operaron con intermitencias o quedaron fuera de servicio. En muchos casos, los hospitales y servicios de emergencia recurrieron a generadores eléctricos para continuar funcionando.

El origen del apagón sigue siendo un misterio. Si bien algunas voces mencionaron la posibilidad de un sabotaje o ciberataque, tanto el Centro Nacional de Ciberseguridad de Portugal como Teresa Ribera, vicepresidenta de la Comisión Europea, descartaron por el momento que haya indicios de un ataque informático. Ribera describió el evento como “uno de los cortes de energía más graves registrados en Europa en los últimos años”, aunque aclaró que aún se están analizando múltiples hipótesis.

Una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional en España resolvió movilizar al Ejército para distribuir generadores y materiales de asistencia en las zonas más afectadas. En paralelo, el gabinete portugués se reunió en la residencia del primer ministro, Luis Montenegro, quien aseguró que estuvo en contacto permanente con Sánchez durante la jornada y expresó su confianza en que el servicio pudiera restablecerse antes del final del día.

Las primeras investigaciones apuntan a un posible fallo fuera del territorio portugués, según indicó una fuente oficial a la agencia de noticias Lusa. En tanto, España informó que estaba recibiendo asistencia energética desde Marruecos y Francia, además de aumentar la producción interna a través de plantas hidroeléctricas y de ciclo combinado.

Los efectos del apagón se sintieron también en los aeropuertos, donde se registraron demoras y cancelaciones. Mientras que los terminales aéreos españoles operaban con sistemas de respaldo, las terminales en Lisboa fueron cerradas y numerosos turistas esperaron durante horas al aire libre.

El impacto social fue generalizado: el Parlamento español suspendió sus actividades, y eventos deportivos como el torneo Madrid Open fueron interrumpidos. Sin embargo, en medio del caos, algunos ciudadanos aprovecharon la desconexión forzada para disfrutar del día al aire libre en bares, plazas y playas, mientras las autoridades trabajaban contrarreloj para devolver la normalidad a la región.