Gibraltar abre una nueva era: España, Reino Unido y la UE sellan un acuerdo histórico que elimina la Verja y garantiza libre circulación

En una jornada que quedará marcada en la historia de las relaciones europeas, España, Reino Unido y la Unión Europea alcanzaron este miércoles un acuerdo definitivo sobre Gibraltar, poniendo fin a décadas de tensiones y redefiniendo las condiciones de tránsito, fiscalidad y cooperación en torno al Peñón. El anuncio, realizado en Bruselas tras casi cinco años de negociaciones, confirma la eliminación de la Verja, el último muro fronterizo de Europa continental, y sienta las bases para una zona de prosperidad compartida entre Gibraltar y el Campo de Gibraltar.

La medida, celebrada por todas las partes, afecta directamente a más de 15.000 personas que cruzan a diario la frontera y a unas 300.000 que residen en la región andaluza colindante. Según explicó el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, se trata de un paso decisivo hacia la estabilidad regional:

“Con este acuerdo desaparecerá la verja, el último muro de la Europa continental. Se garantiza la libre circulación de personas y mercancías, y se crea una plataforma para el desarrollo económico compartido”.

El acuerdo fue alcanzado junto al ministro británico David Lammy, el comisario europeo de Relaciones Interinstitucionales Maros Sefcovic y el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, quienes participaron de las negociaciones finales y de la presentación conjunta ante la prensa.

Un modelo de integración sin precedentes

El corazón del acuerdo radica en una fórmula inédita: Gibraltar pasará a estar integrado en el espacio Schengen, lo que permitirá la circulación fluida entre el Peñón y la Unión Europea sin controles fronterizos físicos. Sin embargo, será España quien asuma el control de entradas y salidas, como Estado miembro del espacio Schengen, una solución que equilibra soberanía y operatividad.

Este cambio estructural se acompaña de un plan de convergencia fiscal, diseñado para garantizar una competencia económica justa en la región. El objetivo es evitar prácticas de dumping o desigualdades entre Gibraltar y sus vecinos del Campo de Gibraltar, tradicionalmente afectados por las diferencias en regímenes fiscales.

“Este acuerdo representa un antes y un después. Da respuesta a una situación histórica, que arrastraba conflictos desde hace más de tres siglos, y lo hace con una lógica moderna, basada en la cooperación”, señaló Albares.

Adiós a la Verja, símbolo de separación

Uno de los elementos más simbólicos del pacto es la eliminación física de la Verja, una barrera que desde mediados del siglo XX separaba el Peñón de la ciudad española de La Línea de la Concepción. Su demolición representa no solo una mejora logística para la movilidad diaria de trabajadores y residentes, sino también un gesto político y social de enorme valor.

Desde el referéndum del Brexit en 2016, la situación de Gibraltar se volvió uno de los temas más complejos en la salida británica de la UE. Aunque el Acuerdo de Nochevieja del 31 de diciembre de 2020 marcó un principio de entendimiento, este nuevo pacto formaliza y concreta todos los aspectos pendientes, incluyendo el control del aeropuerto, el régimen aduanero y el estatus fiscal del Peñón.

El documento aún deberá ser traducido en un texto jurídico vinculante, pero el compromiso político ya está consolidado y respaldado por las tres partes.

Un día histórico, tras siglos de conflicto

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, celebró la noticia a través de un mensaje en la red social X (antes Twitter), donde afirmó:

“Hoy es un gran día para el Campo de Gibraltar. Después de tres siglos sin avances, hemos cerrado un acuerdo global en beneficio de los ciudadanos y de nuestra relación bilateral con el Reino Unido”.

Sánchez también destacó que España mantiene intactas sus reclamaciones sobre el istmo y la soberanía del Peñón, dejando claro que el acuerdo no implica una renuncia a la reivindicación histórica española, sino un marco de convivencia y desarrollo mutuo que no compromete los principios de ninguna de las partes.

Hacia una región de prosperidad compartida

El acuerdo busca transformar la antigua frontera en un espacio común de desarrollo económico, social y cultural, favoreciendo la inversión, el empleo y la cooperación entre administraciones. Se espera que beneficie no solo a los trabajadores transfronterizos, sino también a los sectores comerciales, turísticos y logísticos de ambos lados.

En un mundo marcado por muros, brechas y divisiones, el entendimiento alcanzado sobre Gibraltar marca un modelo de diplomacia moderna, que opta por la integración, el diálogo y la prosperidad compartida frente a la confrontación. Europa, una vez más, elige derribar muros.