Heroísmo en medio de la tragedia: un padre salva a su hija en el fatídico accidente en Rosario

La ciudad de Rosario es escenario de una tragedia que conmociona al país: un conductor que circulaba a 120 kilómetros por hora en Presidente Roca y el río atropelló y mató a Tania Daniela Gandolfi, de 41 años, y su hija Agustina Magalí García, de 17. Sin embargo, en medio del dolor, un acto heroico dentro de la misma familia se destaca: el esposo y padre de las víctimas fatales logró salvar a su hija menor, de 6 años, de lo que pudo haber sido otro desenlace fatal.

La familia, oriunda de Córdoba, había llegado a Rosario para disfrutar de unos días de descanso, atraída por la promoción de un hotel. Tras un día en la pileta, decidieron pasear por la costanera central, donde la tragedia los sorprendió. Según reconstruyó el periodista Pedro Levi en El Tres, el padre logró jalar a su hija menor de un brazo, alejándola del impacto que causó el conductor del Peugeot 206, Agustín López, quien iba al doble de la velocidad permitida. La pequeña, aunque herida, se encuentra bajo observación en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela.

El único miembro ileso de la familia, el padre, ahora enfrenta la devastación de haber perdido a su esposa e hija mayor en un accidente que pudo haberse evitado. “La niña sobrevivió gracias a la rápida reacción de su padre, quien hizo todo lo posible por protegerla”, narraron familiares que llegaron desde Córdoba para acompañar al hombre en este difícil momento.

El conductor y un historial de imprudencias

Agustín López, de 20 años, conducía el vehículo que provocó la tragedia. Según reveló Sebastián Chale, secretario de Gobierno de la Municipalidad de Rosario, las cámaras de seguridad lograron reconstruir su recorrido desde Arijón y Ayacucho hasta el lugar del siniestro, confirmando que circulaba a 120 kilómetros por hora, el doble de lo permitido en las avenidas de la ciudad.

La fiscal Mariana Prunotto caratuló el caso como “homicidio simple con dolo eventual, agravado por la pluralidad de víctimas y la velocidad en un área urbana”. López, además, tenía antecedentes preocupantes: su licencia había sido retirada por alcoholemia y acumulaba multas por alta velocidad, lo que refleja un patrón de conductas temerarias.

Un llamado urgente a la seguridad vial

Este accidente reabre el debate sobre las picadas, el control de velocidad y la responsabilidad de los conductores en Rosario. Según los registros municipales, el lector de velocidad ubicado a la salida del túnel Illia fue clave para determinar la velocidad extrema del vehículo.

Mientras tanto, el dolor de la familia cordobesa se convierte en un símbolo del impacto que la imprudencia al volante puede tener en la sociedad. La tragedia no solo expone la pérdida de vidas, sino también la urgencia de políticas más estrictas para garantizar la seguridad vial y evitar que estas historias vuelvan a repetirse.