Julia Irigoitía, concejala del Frente de Todos en Rosario, se posiciona como una figura destacada en el Concejo Municipal. Desde su rol como presidenta de la Comisión de Gobierno, ha tenido un año cargado de debates sobre ordenanzas clave y se prepara para encarar nuevos desafíos políticos de cara al futuro. En diálogo con Rosario3, reflexionó sobre el balance del año, las deficiencias de la actual gestión municipal, las tensiones internas del peronismo y su visión de una Rosario orientada al trabajo, la producción y la calidad de vida.
Un año de debate intenso en el Concejo Municipal
Irigoitía describe el 2024 como un período de intenso trabajo legislativo, donde se abordaron temas fundamentales para la ciudad. Entre ellos, destaca la ordenanza de nocturnidad, la modernización del sistema de taxis y remises, el régimen de cocheras y excepciones de altura, así como un presupuesto que priorizó proyectos sustentables. También subraya la simplificación de trámites, una medida orientada a combatir lo que denomina la “inflación normativa” en Rosario.
Desde el plano político, la concejala critica el uso de la mayoría automática por parte del oficialismo, que, según su perspectiva, debilitó la posibilidad de construir consensos amplios. Sin embargo, reivindica la postura de su bloque como una oposición responsable, capaz de acompañar iniciativas en beneficio de la población, incluso cuando provienen del Ejecutivo.
Tensiones con Ciudad Futura y una oposición caprichosa
Irigoitía no oculta su distancia con Ciudad Futura, aliado del peronismo en las elecciones de 2023. Califica su postura como “caprichosa” al oponerse sistemáticamente a propuestas del oficialismo y lamenta que esa alianza electoral haya servido únicamente para fortalecer a Ciudad Futura. “Perdimos una oportunidad difícil de repetir para gobernar Rosario”, afirma, en alusión a la polarización política y la mala gestión del intendente Javkin, que, según ella, ofrecía un escenario favorable para el peronismo.
Críticas al modelo de ciudad de los últimos 30 años
Uno de los puntos más contundentes de su discurso apunta al modelo de ciudad que, según Irigoitía, ha gobernado Rosario durante tres décadas. “Lo más básico funciona mal”, asegura, citando problemas recurrentes en el transporte, la recolección de residuos y el mantenimiento de calles y veredas. “Rosario está dividida en dos: una parte con toda la infraestructura y otra, los barrios, que están abandonados”, sentencia.
Asimismo, lamenta las oportunidades desaprovechadas, como la integración metropolitana, la falta de impulso a la economía circular y el reciclaje con enfoque productivo, y la pérdida de industrias que fortalecían el empleo local. Para la concejala, Rosario tiene el potencial de liderar en términos de producción y trabajo, pero las políticas actuales no lo reflejan.
Seguridad: un problema histórico
En cuanto a la seguridad, Irigoitía reconoce avances en la gestión provincial de Maximiliano Pullaro, especialmente en la reducción de homicidios. Sin embargo, advierte que la circulación de drogas y las economías ilegales continúan afectando a las juventudes y a los sectores más vulnerables. Señala la necesidad de una mayor presencia estatal para abordar la inclusión social y combatir la violencia desde su raíz.
El futuro del peronismo rosarino
El peronismo local enfrenta, según Irigoitía, un momento crucial de reflexión y reconversión tras su fracaso electoral en 2023. Critica a una dirigencia que, a su juicio, se encerró en una agenda porteña, perdiendo conexión con los vecinos. “No son tiempos de partidos ni de banderas, sino de resolver problemas con una agenda concreta”, sostiene.
De cara al futuro, Irigoitía trabaja junto a Lisandro Cavatorta para renovar sus bancas y construir una alternativa de gobierno basada en la producción, el trabajo y la calidad de vida. En este sentido, subraya la importancia de resolver cuestiones básicas como el transporte, el alumbrado y las calles, además de fomentar políticas que generen empleo genuino.
Nueva política: escucha activa y reconexión con la ciudadanía
Para Julia Irigoitía, la clave del futuro político radica en romper con los viejos vicios y reconectar con las demandas de los representados. Asegura que la política debe abandonar los tonos subidos y las mezquindades para enfocarse en soluciones concretas. “El concepto de casta caló hondo porque refleja una desconexión entre los representantes y los ciudadanos”, reflexiona.
Con una mirada crítica hacia el pasado, pero con propuestas claras para el futuro, Julia Irigoitía busca consolidar un modelo de ciudad más inclusivo, productivo y humano. Su objetivo: poner a Rosario en el centro de la agenda metropolitana y devolverle a sus habitantes la calidad de vida que, según ella, hoy está ausente.
