La Empresa Provincial de la Energía (EPE) profundiza sus tareas de fiscalización en todo el territorio santafesino y detecta un grave problema: conexiones irregulares que generan pérdidas millonarias tanto para la empresa como para los ciudadanos. Las cifras son contundentes: se calcula que se estaban perdiendo cerca de 4 millones de kWh, lo que equivale a un perjuicio económico de 781 millones de pesos.
El operativo de inspección, que se viene desarrollando desde hace varios meses, tiene como objetivo principal combatir el fraude eléctrico. En muchos casos se detectaron medidores adulterados o directamente manipulaciones en las conexiones, lo que permitía registrar menos consumo del real. Estas prácticas, además de ilegales, representan un grave perjuicio para el sistema eléctrico provincial.
El impacto colectivo del hurto de energía
El ministro de Desarrollo Productivo de Santa Fe, Gustavo Puccini, fue categórico al respecto:
“Quien roba energía no sólo afecta a la empresa, sino también a todos los santafesinos que sostienen el sistema. Cada kWh perdido representa un costo que recae sobre todos los ciudadanos”.
Puccini señaló que esta lucha contra las conexiones ilegales es parte de una estrategia para garantizar un sistema “justo y eficiente”, y subrayó que los recursos recuperados podrían traducirse en mejoras concretas:
“La energía recuperada desde que asumimos el Gobierno equivale a la cifra que podría destinarse a 75 transformadores o 93 kilómetros de cable subterráneo”.
Casos emblemáticos: supermercado y fábrica de hielo
Según la presidenta de la EPE, Anahí Rodríguez, la incorporación de tecnología ha sido clave para avanzar en estas inspecciones. Uno de los recursos más importantes fue la telemedición de grandes usuarios, que permitió detectar consumos no registrados en sectores comerciales e industriales.
Rodríguez reveló dos casos que llaman la atención por la magnitud del fraude:
- Un supermercado de Reconquista que habría utilizado energía sin registrar por un monto superior a 12 millones de pesos.
- Una fábrica de hielo en San Lorenzo, donde se estima un consumo no medido por alrededor de 80 millones de pesos.
Ambos hechos, como tantos otros, ya fueron denunciados ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA), siguiendo los procedimientos legales correspondientes.
Más de 5.000 irregularidades detectadas
Los números hablan por sí solos: hasta marzo de este año, la EPE inspeccionó 25.000 suministros, y el resultado es preocupante: se detectó un 22,78 % de irregularidades, lo que equivale a más de 5.000 conexiones ilegales o manipuladas.
De ese universo, el 75 % corresponde a domicilios particulares y el 25 % restante a comercios, industrias u otros rubros. Las irregularidades más comunes fueron:
- Hurtos de energía.
- Medidores manipulados o defectuosos.
- Derivaciones de alimentadores (conexiones ilegales desde las redes principales).
La ciudadanía, un actor clave
Uno de los datos más relevantes del informe tiene que ver con la participación ciudadana. Durante el último año, más de 7.800 denuncias anónimas fueron clave para detectar fraudes. Estas denuncias pueden realizarse de forma confidencial y cada caso recibe un ID único que permite su seguimiento a través del sistema técnico-comercial de la EPE.
Para colaborar, los usuarios pueden comunicarse a la línea gratuita 0800 555 0083.
El mensaje desde el Gobierno provincial y la EPE es claro: no habrá tolerancia con quienes atentan contra el sistema eléctrico, y se continuará con los operativos para garantizar el acceso justo y equitativo a un servicio esencial como la energía.