La muerte de Pillín Bracamonte reaviva el temor de una nueva ola de violencia en Rosario

El asesinato de Andrés «Pillín» Bracamonte, líder de la barra brava de Rosario Central, trajo consigo un estremecimiento en la ciudad. En un escenario que evoca recuerdos dolorosos, los rosarinos temen que este crimen desencadene una cadena de represalias, como ocurrió tras el homicidio de Claudio “Pájaro” Cantero, el líder de la banda de Los Monos. Sin embargo, las autoridades aseguran que esta vez la situación podría ser distinta gracias a una investigación que promete avanzar con celeridad y a una fuerte coordinación entre las fuerzas de seguridad locales y nacionales.

La investigación: una oportunidad para romper el ciclo de violencia

Según fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA), la posibilidad de resolver rápidamente el caso sería crucial para frenar la espiral de violencia. “Pillín venía muy jugado”, mencionó una fuente local. Este indicio apunta a varios conflictos en los que Bracamonte estaba envuelto: negocios ilícitos que lo llevaron a prisión en dos ocasiones, su presunta conexión con Los Monos, y causas abiertas por extorsión junto a exlíderes sindicales.

Para las autoridades, la hipótesis principal gira en torno a disputas internas por el control de la barra de Rosario Central y los negocios asociados a ella. Esta lucha por el poder también tiene como protagonistas a la banda de Los Menores, un grupo que buscaba hacerse con el control del territorio en el norte de la ciudad y del liderazgo de la barra, lo que habría provocado enfrentamientos con Bracamonte.

Un crimen premeditado y en terreno preparado

El ataque se produjo en una zona en la que, si bien el alumbrado público estaba apagado, las cámaras de seguridad permanecían en funcionamiento, un elemento que será clave para el desarrollo de la investigación. Estas grabaciones pueden ayudar a esclarecer si la oscuridad en el área fue provocada intencionalmente para facilitar el asesinato. Una de las hipótesis que se barajan es que el disyuntor de la calle pudo haber sido bajado manualmente, en lugar de haber saltado por sobrecarga debido a los enganches ilegales típicos de los días de partido.

Además, existen elementos en los registros que podrían ayudar a identificar a los atacantes y analizar su modus operandi, lo que permite a las autoridades apuntar a una investigación rápida que corte con la dinámica de represalias.

La importancia de la coordinación entre fuerzas de seguridad

El asesinato de Bracamonte movilizó tanto a las autoridades provinciales como a las nacionales. Desde el Ministerio de Seguridad, funcionarios de alto rango llegaron a Rosario el domingo y sostuvieron una reunión con representantes provinciales y fiscales de la investigación. Este equipo incluyó a la secretaria de Seguridad de la Nación, Alejandra Monteoliva, y al director de Inteligencia Criminal, Ricardo Ferrer Picado, quienes acompañaron al ministro de Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni. Esta colaboración tiene el objetivo de demostrar una respuesta contundente y coordinada, algo que no siempre ocurrió en episodios de violencia anteriores.

Según una fuente política consultada por Rosario3, la clave para prevenir una escalada de violencia sería que la investigación avance rápidamente y que los responsables sean identificados de forma clara y pública. Esta estrategia fue efectiva en la resolución de los cuatro homicidios de marzo pasado, cuyo esclarecimiento inmediato evitó una cadena de retaliaciones en Rosario.

Un activo en riesgo: la pacificación de Rosario

El gobierno nacional y la administración provincial están alineados en una política de “pacificación” de la ciudad. Este esfuerzo ha consistido en un despliegue sostenido de fuerzas de seguridad y en políticas de prevención para reducir los índices de criminalidad en Rosario, una de las ciudades más golpeadas por la violencia en los últimos años. El asesinato de Bracamonte representa una amenaza para estos avances, y tanto el MPA como los ministerios de Seguridad buscan evitar que se desestabilice la región y que las tensiones internas de la barra brava se traduzcan en un riesgo para la seguridad pública.

Conferencia de prensa y próximos pasos

Este lunes, las autoridades ofrecerán una conferencia de prensa conjunta en la que los fiscales regional, Matías Merlo, y de Homicidios, Alejandro Ferlazzo, expondrán los avances de la investigación junto a los líderes de Seguridad de la provincia y de Nación. Aunque Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, no estará presente por compromisos en el exterior, el equipo liderado por Monteoliva reafirmará el compromiso del gobierno nacional en el proceso.

La reunión pública de autoridades busca enviar un mensaje de transparencia y de voluntad de esclarecer el caso, a fin de calmar la tensión que podría escalar en la comunidad rosarina. La presencia de Federico Angelini, un destacado funcionario rosarino en el equipo nacional, refuerza aún más el compromiso con la ciudad y sus habitantes.

La paz en Rosario: una responsabilidad compartida

El crimen de Andrés Bracamonte vuelve a poner sobre la mesa la relación entre el fútbol, las barras bravas y la violencia en Argentina. La continuidad de una paz duradera en Rosario es una responsabilidad tanto de las autoridades como de la sociedad, que debe colaborar denunciando hechos de violencia y presionando para que los organismos de seguridad actúen con firmeza. Aunque la ciudad ha dado pasos hacia la pacificación, la amenaza de una escalada persiste, y solo un trabajo coordinado podrá evitar que Rosario vuelva a ser atrapada en el círculo vicioso de la violencia.