Desde el Vaticano, el papa León XIV envió su primer mensaje en español desde que asumió el pontificado. El destinatario fue un grupo de más de 200 rectores de universidades de América Latina y la Península Ibérica reunidos en Río de Janeiro en el marco del II Encuentro Sinodal para el Cuidado de la Casa Común, un evento que tiene como eje central el compromiso académico y espiritual con la ecología integral.
El mensaje, grabado en video, mostró a un pontífice cómodo y expresivo en español, idioma que domina por sus años de servicio pastoral en Perú. En sus palabras, el Papa no solo compartió un saludo protocolar, sino que trazó una hoja de ruta sobre el papel que espera que jueguen las universidades en la construcción de una justicia ambiental, social y económica que sea verdaderamente transformadora.
“Estimados hermanos y hermanas, quiero enviar este saludo, un saludo grande, a la Red de Universidades para el Cuidado de la Casa Común”, expresó León XIV al inicio de su intervención.
Un llamado a la acción frente a la crisis climática y social
En su mensaje, el papa León XIV destacó la necesidad de fortalecer los lazos entre regiones que comparten no solo una lengua, sino también desafíos comunes. Convocó a ser “constructores de puentes” entre América Latina, el Caribe y Europa, apostando a una colaboración intercontinental que permita afrontar de manera coordinada la crisis socioambiental global.
Subrayó que el rol de las universidades es clave en este proceso, tanto en la generación de conocimiento como en la formación de nuevas generaciones comprometidas con el cambio. “Trabajar por una justicia ecológica, social y ambiental” fue la consigna que propuso como guía para esta nueva etapa.
El evento en Río de Janeiro no solo sirvió como espacio de reflexión, sino también como conmemoración de los diez años de Laudato Si’, la encíclica publicada por el papa Francisco en 2015. Aquel documento marcó un hito en la postura de la Iglesia frente a la crisis climática, con una fuerte crítica al modelo económico dominante y una invitación al mundo a adoptar una ecología integral que reconozca la interconexión entre el ser humano, la naturaleza y las estructuras sociales.
Hacia la COP30: el Vaticano se posiciona en el debate global
Uno de los momentos más destacados del mensaje papal fue su referencia a la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP30, que se celebrará en 2025 en Belém, en el corazón de la Amazonía brasileña. León XIV reveló que fue personalmente invitado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva para participar del evento, lo que reforzaría la presencia activa del Vaticano en las discusiones globales sobre medioambiente.
El Papa también retomó una propuesta que ya había sido sugerida por Francisco en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz: una posible condonación o reestructuración de la deuda pública de países en desarrollo a cambio de compromisos ambientales reales y verificables. Esta idea busca vincular la justicia económica con la justicia ecológica, en un momento en el que muchas naciones enfrentan enormes restricciones financieras para abordar el cambio climático.
“Van a reflexionar juntos sobre una posible remisión entre la deuda pública y la deuda ecológica. Y en este año jubilar, año de esperanza, es tanto importante este mensaje”, remarcó León XIV.
Un liderazgo que empieza a delinearse
Este primer mensaje en español del papa León XIV también sirvió como una muestra del perfil que empieza a construir como líder espiritual global. Su tono fue cercano, pero con contenido firme. Habló de esperanza, pero también de urgencia. Y dejó en claro que su papado no será indiferente a los grandes desafíos de nuestra era.
Antes de cerrar su intervención, el Papa agradeció el trabajo de los rectores y de las instituciones representadas en el encuentro, y los animó a seguir impulsando transformaciones concretas desde el ámbito educativo. “Les animo a seguir construyendo puentes”, dijo, antes de impartir su bendición final y confiar “en la gracia de Dios que nos acompaña siempre”.
Con esta aparición, León XIV se presenta ante el mundo hispanohablante como un pontífice comprometido con el diálogo intercontinental, la justicia social y la defensa del planeta, en sintonía con las preocupaciones de su predecesor pero con una impronta propia que empieza a consolidarse.