El mundo del espectáculo despide a una de sus figuras más emblemáticas: Antonio Gasalla falleció a los 84 años. El capocómico, creador de personajes inolvidables, había sido dado de alta recientemente tras una internación de al menos diez días debido a un severo cuadro de neumonía. Sin embargo, su salud ya se encontraba deteriorada desde hace tiempo.
La noticia fue confirmada por su hermano Carlos Gasalla al portal de noticias del espectáculo Laubfal.
Un deterioro progresivo
Gasalla había ingresado el pasado 4 de marzo al Sanatorio Otamendi con graves complicaciones respiratorias derivadas de la neumonía. Durante su internación, permaneció en terapia intensiva bajo un tratamiento intensivo con antibióticos. Los médicos lograron estabilizar su condición, lo que permitió su alta y su posterior traslado a un centro de rehabilitación.
Sin embargo, su estado de salud se había deteriorado significativamente en los últimos años. Marcelo Polino, amigo cercano y periodista, había revelado que Gasalla ya no caminaba ni hablaba. «No nos reconoce desde hace más de un año. No puede comunicarse de forma fluida, se alimenta por un botón gástrico y casi no habla», había declarado semanas atrás.
El adiós a un grande del humor argentino
La Asociación Argentina de Actores también confirmó la noticia y expresó su pesar en redes sociales:
«Despedimos al actor, autor y director Antonio Gasalla, afiliado a nuestro sindicato desde 1966. Indiscutido referente del humor, creador de personajes que forman parte de la cultura popular argentina».
Gasalla deja un legado inigualable en la televisión, el teatro y el cine argentino. Su capacidad para interpretar personajes icónicos como Mamá Cora, Soledad Solari y La Empleada Pública lo convirtió en un referente del humor y la crítica social.
Su fallecimiento marca el final de una era en la comedia argentina, pero su arte y su talento permanecerán vivos en la memoria del público.
