Nueva esperanza para los loteos de Piñero: ¿será la tercera la vencida?

La zona sur-oeste de Rosario, en especial la localidad de Piñero, podría finalmente ver una solución al problema de falta de energía eléctrica que ha detenido el desarrollo de nuevos loteos inmobiliarios. La Empresa Provincial de Energía (EPE) y el grupo Nu avanzan en conversaciones para implementar un esquema innovador de financiamiento que, aseguran, podría desbloquear el proyecto de una nueva estación transformadora.

Un desafío energético con historia

El primer intento de construir la estación transformadora dependía de los desarrolladores privados que urbanizan la zona, quienes debían financiar conjuntamente la obra. Sin embargo, el plan colapsó por la falta de fondos (el costo ascendía a unos 25 millones de dólares) y por la desconfianza entre los propios actores, ya que algunos eran percibidos como poco serios a la hora de comprometerse económicamente.

El segundo intento involucró al gobierno provincial, pero la necesidad energética para la nueva cárcel de Piñero —que solo requiere 3 MW de potencia frente a los 40 MW que ofrecería la estación— limitó la viabilidad del financiamiento público.

El nuevo plan: licitación con financiamiento privado

La propuesta actual, impulsada por el grupo Nu, plantea que la EPE licite la construcción de la estación transformadora bajo un esquema donde el oferente ganador sea quien proponga la mejor financiación. Este modelo permite que el concesionario adelante los fondos necesarios y que la EPE salde la deuda con los ingresos generados por la venta de energía a los desarrolladores privados.

Este tipo de solución se aplica comúnmente cuando el poder concedente carece de los recursos necesarios pero tiene urgencia en ejecutar la obra. Según trascendió, las conversaciones técnicas están prácticamente cerradas y se trabaja en los detalles del presupuesto y los términos de la licitación.

El desafío ahora es concretar una fórmula que satisfaga a todas las partes y permita que Piñero reciba la energía que tanto necesita para potenciar su desarrollo inmobiliario.


El controvertido caso Casanovas: un golpe que podría cambiar las reglas del juego

El financista rosarino Daniel Casanovas, conocido por su polémico default, enfrenta un duro revés judicial. La sala III de la Cámara Civil y Comercial de Rosario falló en su contra, resolviendo que pierde el control de un campo de 2.100 hectáreas en Salta, considerado su principal activo.

Un historial de maniobras cuestionables

El campo, propiedad de José Cano e Hijos SA, fue adquirido parcialmente por Casanovas a través de su empresa Cereales del Sur (CDS). Compró el 51% de las acciones por 3.5 millones de dólares, a pagar en cuotas. Sin embargo, tras abonar las primeras entregas, dejó de pagar y pretendió incluir las cuotas impagas como un crédito quirografario dentro del concurso preventivo de CDS.

En un principio, la Justicia avaló esta estrategia, rechazando el pedido de los herederos de Cano de ejecutar la prenda y recuperar la mayoría accionaria. Pero la apelación de los acreedores revirtió el fallo, dejando a Casanovas sin su principal sustento económico.

¿Un golpe maestro o un juego de sombras?

La pregunta que resuena entre los estafados por el financista es si esta pérdida es realmente un revés o parte de una estrategia premeditada para proteger el activo de la liquidación judicial. No sería la primera vez que Casanovas actúa de manera escurridiza: en marzo, el juez penal Alejandro Negroni frenó un intento de venta de 800 hectáreas del mismo campo pese a las prohibiciones vigentes.

Mientras tanto, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) trabaja en una nueva imputación por colusión y tráfico de influencias, mientras Casanovas aguarda la homologación de un acuerdo de acreedores que ha sido ampliamente criticado.

Un acuerdo polémico

El plan de pago propuesto incluye la devolución del 100% del crédito reconocido en diciembre de 2019 en seis cuotas semestrales, con una tasa pasiva del Banco Nación sobre saldos. Pero hay dos grandes problemas:

  1. Falta de garantías reales. No se inmovilizan bienes para garantizar los pagos, dejando a los acreedores en una posición de incertidumbre.
  2. Devoluciones depreciadas. A quienes entregaron dólares se les promete el reembolso en pesos al tipo de cambio de 2019, una pérdida considerable en términos de valor real.

Además, Casanovas mantiene el control total de CDS, sin supervisión de terceros, lo que agrava las dudas sobre el cumplimiento de sus promesas.

Este caso pone en evidencia no solo las fallas en los controles financieros, sino también las limitaciones del sistema judicial para proteger a los acreedores en situaciones de alto riesgo.