Un colectivo impulsado a gas natural comprimido (GNC) comenzó a circular este lunes en las calles de Rosario, dentro de un período de prueba que se extenderá por dos meses. La unidad, que destaca por su color blanco, fue incorporada a las líneas 134 y 135, como parte de un acuerdo entre la empresa estatal Movi y el fabricante Scania.
Este colectivo es el primero en su tipo en incorporarse al sistema de transporte público de la ciudad desde la década del 90, cuando unidades similares circularon en la línea K entre 1991 y 1994. Estos vehículos, conocidos coloquialmente como «garrafas», reemplazaron temporalmente a los trolebuses hasta el regreso de los Ecobus.
El acuerdo firmado entre Movi y Scania no implica un costo adicional para el municipio y tiene como objetivo evaluar el rendimiento de la unidad para posibles adquisiciones futuras. Desde el Palacio de los Leones indicaron que esta prueba se basa en experiencias similares realizadas con éxito en otras ciudades del país, como Buenos Aires y San Juan.
El colectivo Scania K280, carrozado por Marcopolo, está equipado con un motor de 5 cilindros alimentado a GNC, con una potencia de 280 caballos de fuerza. Su autonomía es de entre 300 y 350 kilómetros, y se recarga rápidamente en tan solo 9 minutos utilizando picos de alto caudal, lo que permite una operación más eficiente en comparación con los tiempos de carga tradicionales.
Este colectivo también cumple con las normativas Euro 6, lo que significa una reducción significativa de las emisiones contaminantes, incluyendo dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno y monóxido de carbono, además de una menor contaminación sonora. Según la Municipalidad, este tipo de unidades representan un avance hacia una movilidad más sostenible, con vehículos que contribuyen a un servicio público eficiente y menos contaminante.
El vehículo destaca por su diseño en blanco con detalles en verde, y está equipado con motor trasero, piso bajo para facilitar el acceso, aire acondicionado y una tecnología avanzada que reduce hasta un 50% los costos de combustible y la contaminación sonora. Además, presenta mejoras en áreas como la insonorización, la vibración, la visibilidad y el sistema de climatización, lo que promete una experiencia de viaje más cómoda y moderna.
La unidad recorrerá aproximadamente 29 kilómetros por las principales avenidas de Rosario, conectando barrios como Las Delicias, Tiro Suizo, La Guardia, Hospitales, y Plaza Sarmiento, entre otros puntos clave de la ciudad.
Este es solo uno de los pasos de la actual gestión municipal para modernizar el transporte urbano, que también incluye la reconversión de los trolebuses de la línea K, sustituyendo los vehículos diésel por unidades eléctricas más amigables con el medio ambiente.