En el debut del nuevo esquema cambiario sin restricciones, el dólar oficial abre con sobresaltos: arranca en $1.250 para la venta en el Banco Nación pero retrocede rápidamente a $1.190, lo que representa una devaluación del 9% respecto al cierre del viernes, cuando cotizaba a $1.090. La nueva política de libre acceso al mercado cambiario genera expectativas, ajustes inmediatos y un fuerte movimiento en los bancos, el dólar blue y el mercado financiero en general.
Al inicio de la jornada, el tipo de cambio oficial se dispara en varios bancos privados: el Hipotecario lo lanza a $1.300, el ICBC lo coloca en $1.307, mientras que el BBVA lo posiciona en $1.250. Sin embargo, a las 10:40, el Banco Nación recorta $60 y lo baja a $1.190, empujando al resto del sistema financiero a retroceder. En cuestión de minutos, la mayoría de los bancos grandes ajustan sus precios: BBVA, Galicia y Santander lo igualan en $1.200, mientras que el ICBC lo sostiene apenas por encima, en $1.207.
El impacto también se siente en el dólar blue, que abre en Rosario con una fuerte baja: cotiza a $1.220 para la compra y $1.310 para la venta, lo que implica una caída de $60 respecto al viernes. La baja se da pese al fin del cepo, lo que sugiere una reacción de confianza por parte del mercado informal ante el nuevo esquema cambiario.
La eliminación del cepo supone una transformación clave: desde ahora, cualquier persona puede comprar dólares sin tope de monto, siempre y cuando lo haga a través de los canales digitales de los bancos o en casas de cambio habilitadas. Esta apertura busca transparentar el mercado, reducir la brecha con el dólar paralelo y generar una mayor previsibilidad.
En paralelo, los contratos de dólar futuro se mantienen estables en $1.200 para septiembre, un dato no menor ya que refleja la expectativa de que no habrá una corrida en lo inmediato. La estabilidad en los futuros contrasta con la volatilidad del dólar oficial y del blue, lo que marca una pausa en la especulación a mediano plazo.
El sacudón también se traslada a las tasas de interés. El Banco Nación, en sintonía con la nueva política monetaria, sube la tasa de plazo fijo al 37%, un intento por retener depósitos en pesos y contener la presión sobre el tipo de cambio. No se descarta que otras entidades sigan el mismo camino en los próximos días.
En cuanto a los sistemas digitales, muchos usuarios reportan problemas de acceso a las apps de homebanking, lo que complica la operatoria en una jornada especialmente sensible. Las plataformas digitales de algunos bancos colapsan ante la gran demanda de consultas y operaciones, dejando en pausa momentánea la posibilidad de comprar divisas por esa vía.
En el plano financiero, la señal del nuevo escenario también llega desde afuera: en el «pre market», las acciones y bonos argentinos suben 5%, y bancos como Morgan Stanley recomiendan tomar posiciones en el país, interpretando el levantamiento del cepo como una medida positiva para la reactivación económica y la integración con los mercados globales.
Por su parte, el dólar cripto, que venía con una escalada previa, ajusta a la baja y se acomoda en $1.270 antes de la apertura del mercado, tras haber superado los $1.300 durante el fin de semana. Este movimiento se alinea con la tendencia general del mercado y muestra cómo incluso las plataformas descentralizadas acusan el impacto de la decisión oficial.
El nuevo sistema recién comienza, pero ya deja claro que habrá días agitados, con reajustes constantes, jugadores tomando posiciones y una economía que busca redireccionarse tras años de controles. La gran incógnita será si esta nueva etapa logra estabilizar el mercado o si apenas estamos viendo la primera página de una nueva serie de turbulencias.