Récord de visitas en el Open House Rosario: más de 45 mil personas participaron de la octava edición

La ciudad vivió un fin de semana inolvidable con la realización de la octava edición del Open House Rosario, el evento que abre las puertas de edificios históricos, viviendas privadas y espacios emblemáticos al público general. Más de 45 mil personas recorrieron los más de 120 inmuebles incluidos este año en el programa, que por primera vez se extendió también a las ciudades de Funes y Roldán, consolidando así una propuesta cultural y patrimonial que sigue creciendo y sumando adeptos.

Desde las primeras horas del sábado, los rosarinos y visitantes comenzaron a formar largas filas en los puntos más codiciados del circuito: el Palacio Fuentes, el Museo de la Democracia y edificios municipales como el Palacio de los Leones. Con epicentro en el centro de Rosario, el evento se expandió hacia distintos barrios como Echesortu y Fisherton, y este año se celebró por primera vez en zonas del Gran Rosario, con muy buena recepción del público.

Uno de los grandes atractivos volvió a ser la posibilidad de ingresar a casas privadas de pasillo, consideradas «la joya» del evento por su arquitectura singular y el interés que generan estos espacios íntimos, ubicados en el corazón de manzanas tradicionales. También se destacó el interés por viviendas recicladas, que reflejan la fusión entre preservación del patrimonio y modernización del diseño interior.

Recorridos guiados, historia viva y nuevas experiencias

Otro de los pilares del Open House fueron los 12 recorridos guiados que, durante el fin de semana, convocaron a más de 1.200 personas por día. Circuitos como el de Galerías del centro, la ex-Aduana, Fisherton en otoño, y zonas vinculadas al tricentenario de Rosario, como El Origen y el Paseo del Siglo, ofrecieron experiencias únicas que mezclaron historia, arquitectura y vida urbana.

“La gente no solo quiere ver, quiere conocer, aprender y vivir la ciudad de otra manera. Por eso los recorridos guiados crecen año a año”, explicó Gabriel Stivala, uno de los organizadores del evento. “Las casas de pasillo siguen siendo la estrella del sector privado, pero también hubo mucho interés en edificios públicos que están en proceso de restauración o que guardan tesoros ocultos”.

Un evento que se consolida y se expande

En comparación con 2024, cuando participaron cerca de 45 mil personas, la edición 2025 del Open House superó esa cifra gracias a la incorporación de nuevas ciudades y una organización reforzada. El equipo directivo pasó de 15 personas en la edición anterior a más de 50 organizadores, sumado a más de 450 voluntarios que colaboraron en la atención al público, guiado y coordinación de las actividades en cada uno de los 123 sitios habilitados.

“Este evento ya está instalado y va a seguir creciendo. Es arquitectura, es cultura, es memoria, y es también una forma de apropiarnos del espacio urbano con otra mirada”, aseguró Stivala.

Funes y Roldán debutaron con gran respuesta

La edición 2025 también marcó un hito importante: por primera vez, los municipios de Funes y Roldán formaron parte del Open House con siete espacios para recorrer, entre viviendas, casas históricas y proyectos arquitectónicos recientes. “La inclusión de estas localidades refleja una idea amplia de Rosario y su área metropolitana. Fue una apuesta organizativa importante, pero la respuesta fue muy positiva, y queremos que se mantenga en las próximas ediciones”, destacó Stivala.

Además, el enfoque fue buscar que los voluntarios que trabajaron en estas zonas fueran locales, generando pertenencia y promoviendo el compromiso comunitario.

Un encuentro con la ciudad, su historia y su gente

La octava edición del Open House Rosario confirmó el creciente interés del público por redescubrir la ciudad desde otra perspectiva. Con propuestas abiertas, accesibles y cuidadosamente diseñadas, el evento logró poner en primer plano el valor del patrimonio arquitectónico y cultural como parte esencial de la identidad local.

El éxito de esta edición anticipa un futuro prometedor para el Open House. Ya se proyecta continuar expandiendo el alcance geográfico del evento, incorporar nuevas propuestas temáticas, y profundizar el trabajo con voluntarios y organizaciones locales.

“El Open House es más que una visita: es una celebración del espacio urbano, de nuestra historia, y del vínculo entre la arquitectura y la comunidad”, concluyó Stivala.