Brenda, una técnica en pintura automotriz de 33 años, vive un calvario tras sufrir el robo de sus herramientas de trabajo mientras estacionaba su auto en Puerto Norte, una zona concurrida de Rosario. En un hecho que ella misma califica como insólito, los delincuentes se llevaron pistolas de pintura y otras herramientas esenciales para su labor, todo valuado en aproximadamente 6 millones de pesos.
Un robo silencioso y planificado
El episodio ocurre cerca de las 13 horas del martes, en las inmediaciones de avenida Cándido Carballo y Thedy. Brenda había estacionado su vehículo para trabajar en una presentación junto a un compañero en el bar de un hotel cercano, utilizando el wifi del lugar. Al regresar a su auto, descubre que el baúl estaba vacío: las 7 pistolas de pintura y otros elementos indispensables para su oficio habían desaparecido.
Lo que más desconcierta a la joven es la forma en la que se consumó el delito. No había puertas forzadas ni cristales rotos, lo que la lleva a sospechar del uso de inhibidores de señal, un método cada vez más frecuente entre bandas delictivas para bloquear el cierre automático de los vehículos.
Un golpe devastador para su oficio
El robo no solo representa una pérdida económica significativa, sino que afecta directamente la posibilidad de Brenda de continuar con su trabajo. “Estas herramientas son fundamentales para lo que hago. No sé cómo voy a seguir trabajando sin ellas”, lamenta la joven, visiblemente angustiada.
Brenda, quien se dedica a la pintura automotriz, utiliza estas pistolas para trabajos de precisión y calidad, y asegura que reemplazar lo robado le resulta prácticamente imposible en el corto plazo.
Puerto Norte: una zona de contrastes
Aunque Puerto Norte es una de las áreas más exclusivas y transitadas de Rosario, el robo refleja las contradicciones del lugar, que combina espacios de alta concurrencia con sectores de escasa vigilancia. La falta de cámaras de seguridad públicas en algunos puntos clave, como la zona donde ocurrió el robo, vuelve difícil identificar a los autores.
Un llamado a la comunidad
Brenda hace un pedido desesperado a través de los medios de comunicación: “Si alguien ve que están ofreciendo estas pistolas de pintura en redes sociales o en plataformas de compra-venta, por favor, no las compren y denuncien al vendedor”. Este llamado busca no solo recuperar sus herramientas, sino también desincentivar la compra de elementos robados, que alimenta este tipo de delitos.
La necesidad de mayor seguridad
El caso pone nuevamente en evidencia la creciente preocupación de los rosarinos por la seguridad, incluso en zonas de alto perfil como Puerto Norte. Los vecinos y comerciantes de la zona exigen mayor presencia policial y la instalación de cámaras de monitoreo para prevenir hechos similares en el futuro.
Brenda, mientras tanto, intenta reorganizarse en medio de la angustia y la incertidumbre que deja este robo millonario, con la esperanza de que alguien reconozca sus herramientas y las denuncie.