El calor extremo se adueña de Rosario y la región. Tras jornadas con temperaturas cercanas a los 40 grados, este fin de semana parecía continuar en la misma línea. Sin embargo, a media mañana del sábado, un cambio en la dirección del viento —de norte a este— modificó el panorama y llevó al Servicio Meteorológico Nacional (SMN) a emitir un aviso por posibles lluvias.
Al mediodía, el termómetro en la ciudad ya superaba los 30 grados, mientras que la sensación térmica trepaba por encima de los 37 ºC. El viento del este también provocó un leve descenso en la humedad, que bajó del 90 % registrado en la mañana al 70 % durante el mediodía.
Tormentas breves y alivio fugaz
Para la tarde del sábado, se esperan tormentas de rápida formación y corto desarrollo. Si bien podrían traer algo de alivio, será apenas momentáneo, ya que, tras las lluvias, el regreso del sol incrementará nuevamente la humedad y la sensación térmica.
El domingo presentará condiciones similares a las del sábado, aunque sin precipitaciones pronosticadas hasta el momento. El calor seguirá siendo protagonista, con temperaturas elevadas y pocas nubes en el cielo.
Inestabilidad a partir del lunes y posible alivio el miércoles
El lunes, un frente inestable comenzará a ingresar en la región, aumentando las probabilidades de algunas tormentas aisladas. Pese a ello, la máxima continuará en torno a los 35 grados, manteniendo la sensación térmica en niveles elevados.
Será recién el miércoles cuando las precipitaciones podrían ganar intensidad, rompiendo la isla de calor que afecta a la ciudad y provocando un descenso más significativo de la temperatura. Hasta entonces, se recomienda a la población tomar precauciones ante las altas temperaturas, mantenerse hidratados y evitar la exposición prolongada al sol durante las horas pico.