El oficialismo provincial avanza en su ambicioso plan de reformas con tres objetivos claros: la reforma previsional, la judicial y, ahora, la constitucional. Tras superar desafíos en las dos primeras, la tercera y más trascendental etapa entra en escena, requiriendo un consenso político que promete ser un desafío mayor.
Reformas en marcha: el recorrido hasta ahora
El primer paso, la reforma previsional, fue aprobado en un escenario de fuertes tensiones. La sesión estuvo marcada por protestas gremiales e incidentes, y se aprobó en soledad con los votos de Unidos.
La segunda reforma, sin embargo, representó un giro significativo. La ampliación de la Corte Suprema a siete miembros, con un límite de edad de 75 años para los jueces, logró 34 votos a favor en la Cámara de Diputados. Este avance contó con el respaldo de sectores clave como el perottismo, el Frente Amplio para la Soberanía y aliados estratégicos, demostrando la capacidad del oficialismo para construir mayorías especiales.
El desafío de la reforma constitucional
La reforma constitucional es el próximo gran objetivo del oficialismo. Esta transformación implica una actualización largamente postergada del marco legal de la provincia, y su complejidad radica en la necesidad de alcanzar acuerdos sólidos. Para ello, se requiere el apoyo de dos tercios de los diputados, una meta que Unidos busca replicar tras el éxito de la reforma judicial.
El oficialismo apuesta a un enfoque amplio, incorporando proyectos de diferentes sectores, desde el socialismo hasta el perottismo, pasando por movimientos como el Evita y otros bloques opositores. La presidenta del bloque socialista, Joaquín Blanco, destacó que el consenso logrado en la reforma judicial debe ser el modelo a seguir: “Logramos una ley que excede nuestro tiempo y regula algo que perdurará por décadas. Esa mirada de largo plazo es crucial”.
La estrategia política detrás de la reforma
El gobernador Maximiliano Pullaro, quien hasta ahora ha mantenido un perfil bajo en este debate, podría jugar un rol crucial. Aunque prefiere que el tema sea liderado por los legisladores, su participación podría ser decisiva para garantizar el consenso necesario. La habilitación de sesiones extraordinarias en diciembre es una posibilidad en estudio, ya que extender los plazos podría ser clave para consolidar acuerdos.
Además, Pullaro enfrenta un dilema político: la posibilidad de encabezar la lista de convencionales constituyentes de Unidos. Aunque no es su preferencia, esta estrategia podría ser necesaria para asegurar un triunfo frente a la amenaza creciente de La Libertad Avanza, que ya comienza a marcar terreno en Santa Fe.
Construyendo acuerdos en un contexto polarizado
El oficialismo busca diferenciarse del escenario nacional, evitando métodos cuestionables para lograr mayorías. La apuesta es consolidar acuerdos institucionales transparentes y legítimos, que puedan presentarse como un ejemplo de gobernabilidad en tiempos de alta polarización.
Sin embargo, el proceso no está exento de tensiones internas y externas. Sectores opositores, como los liderados por Amalia Granata y Miguel Rabbia, mantienen posturas rígidas, mientras que el oficialismo deberá evitar divisiones en sus propias filas para mantener la cohesión necesaria.
Un momento histórico para Santa Fe
La reforma constitucional representa una oportunidad única para Santa Fe de actualizar su marco legal, modernizar sus instituciones y sentar las bases de un desarrollo a largo plazo. Si bien el camino está lleno de desafíos, la capacidad de construir consensos sólidos marcará la diferencia entre un avance histórico y un fracaso político.