Una intensa fuga de gas genera alarma este martes al mediodía en el barrio Fisherton, tras la rotura de un caño maestro en la intersección de José Ingenieros y Acevedo, en la zona oeste de Rosario. El incidente obligó a evacuar la escuela Ceferino Namuncurá y una capilla ubicada en las inmediaciones, como medida preventiva ante el fuerte olor y el riesgo potencial de una explosión.
El siniestro se produce cuando una retroexcavadora, que realizaba tareas en la vía pública, perfora accidentalmente una cañería de gas de alta presión, generando una pérdida importante. Minutos después del hecho, se presenta en el lugar personal de Protección Civil, que inicia un protocolo de seguridad junto con operarios de Litoral Gas, la empresa prestataria del servicio.
Evacuaciones y protocolo de emergencia
El olor a gas se hace rápidamente insoportable, tanto para los trabajadores como para los vecinos. La magnitud de la fuga obliga a actuar con rapidez: la dirección de la escuela Ceferino Namuncurá decide desalojar el establecimiento y convoca a las familias para que retiren a los alumnos por precaución. A su vez, se evacúa a feligreses y personal que se encontraban en una capilla cercana.
«Fue todo muy rápido. Apenas sentimos el olor llamamos a los padres. Por suerte reaccionamos a tiempo», asegura una docente del colegio. La calle, normalmente transitada a esa hora, queda desierta en cuestión de minutos por el temor a un posible incendio o explosión.
Litoral Gas actúa para controlar la situación
Una nutrida cuadrilla de operarios de Litoral Gas llega de inmediato a la escena. Con herramientas específicas y equipamiento de seguridad, comienzan a trabajar para contener la fuga y sellar el conducto dañado. Desde la empresa aseguran que la situación está “parcialmente controlada” y que se continuará trabajando en el lugar durante toda la jornada para garantizar la seguridad de los vecinos.
Además, personal municipal ordena el corte total del tránsito vehicular en el área, impidiendo el paso por José Ingenieros y por Acevedo, una cuadra antes de la zona afectada. También se interrumpe el servicio de gas en las cuadras inmediatas, como parte del protocolo de emergencia.
Un susto que pudo ser tragedia
Aunque no se registraron heridos ni hubo que lamentar mayores daños, la escena genera tensión y preocupación entre los vecinos, que observan desde lejos el despliegue de bomberos, operarios y móviles de emergencia. «El olor era tremendo, me hizo doler la cabeza. Salí de casa cuando vi que evacuaban la escuela», cuenta una vecina de la zona.
Las autoridades de Protección Civil recomiendan a los vecinos mantenerse alejados del lugar y evitar encender cualquier tipo de fuego o artefacto eléctrico, ante la posibilidad de una acumulación de gas en el ambiente.
El hecho reaviva el debate sobre la planificación de obras y la prevención en zonas urbanas densamente pobladas. No es la primera vez que se registra una rotura de caño por maquinaria pesada en Rosario, y muchos vecinos cuestionan la falta de señalización adecuada y los controles previos a la excavación.
Mientras tanto, las cuadrillas siguen trabajando en Fisherton para restablecer la normalidad en el barrio, con la esperanza de que esta vez, el susto quede solo en eso: un mal momento.