Tras 12 días de guerra, Irán e Israel acuerdan una frágil tregua y se abre una puerta al diálogo nuclear con Estados Unidos

Luego de casi dos semanas de enfrentamientos, Irán e Israel acordaron este martes un alto al fuego. En ese marco, el presidente iraní Masud Pezeshkian expresó su disposición a retomar las negociaciones con Washington sobre el programa nuclear civil de su país. El anuncio marca un posible giro diplomático tras una escalada sin precedentes que involucró incluso a Estados Unidos.

“Hoy, tras la heroica resistencia de nuestra nación, somos testigos del fin de una guerra impuesta por el aventurerismo israelí”, dijo Pezeshkian, celebrando el cese de hostilidades que comenzó a regir este mismo martes.

Señales de distensión, bajo fuerte tensión

El mandatario iraní remarcó que su país no busca desarrollar armas nucleares, sino ejercer su derecho al uso pacífico de la energía atómica. “Estamos dispuestos a resolver las diferencias en la mesa de negociaciones”, afirmó.

Sin embargo, el escenario sigue siendo incierto. El jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Eyal Zamir, advirtió que la campaña contra Irán “no ha terminado” y que ahora comienza “un nuevo capítulo”, en referencia al regreso del foco militar sobre Gaza y Hamas.

Mientras en Irán algunas ciudades mostraban signos de celebración, el tráfico aéreo en el país continuará suspendido al menos hasta el miércoles. En Israel, en cambio, se levantaron las restricciones impuestas a la población y se declaró el “regreso a la normalidad”.

El rol de Trump y la presión diplomática

La tregua fue impulsada por el presidente estadounidense Donald Trump, quien anunció un acuerdo de alto al fuego “completo y total”. Según medios internacionales, la mediación de Catar fue clave para convencer a Teherán de detener los ataques y abrirse al diálogo diplomático.

Trump también habría conversado directamente con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para desactivar una nueva ofensiva. Israel, por su parte, aseguró haber cumplido sus objetivos militares al “neutralizar” parte del programa nuclear iraní.

Un balance devastador

Durante los 12 días de conflicto, al menos 610 personas murieron en Irán –según cifras oficiales que sólo contabilizan víctimas civiles– y más de 4.700 resultaron heridas. En Israel, se reportaron 28 muertos, la mayoría tras ataques con misiles y drones.

Entre las últimas víctimas figuran cuatro civiles en Beerseba, en el sur de Israel, y nueve personas en la provincia iraní de Guilán, horas antes de entrar en vigor la tregua.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que aún no ha podido acceder a las instalaciones nucleares bombardeadas, advirtió que no puede evaluar con certeza el alcance de los daños. No obstante, señaló que no existen indicios de que Irán mantenga un “programa sistemático” de fabricación de armas nucleares.

Próximos pasos

Pese a la tregua, persiste un alto grado de desconfianza. Mientras Irán insiste en que conserva reservas de uranio enriquecido, expertos creen que pudo haber evacuado material sensible de las zonas atacadas.

El mundo observa con cautela esta pausa en el conflicto, a la espera de que se transforme en una oportunidad para el diálogo y no en un simple paréntesis antes de una nueva escalada.