Luego de los trágicos asesinatos de Andrés “Pillín” Bracamonte, líder de la barra brava de Rosario Central, y su segundo al mando, Daniel “Rana” Attardo, la dirigencia del club ha tomado una decisión drástica para controlar el entorno que rodea al equipo. En un comunicado oficial, Central anunció la reducción de horarios de apertura del predio conocido como Caribe Canalla, ubicado junto al Gigante de Arroyito, limitando el uso del espacio en días clave.
La medida en detalle: limitación de horarios para el Caribe Canalla
La decisión, que apunta a la seguridad, establece que los miércoles y jueves el predio cerrará sus puertas a las 20 horas, hasta nuevo aviso. Durante el resto de la semana, el espacio mantendrá sus horarios habituales. El Caribe Canalla es un punto de encuentro para la hinchada y un lugar de reunión popular para los asociados de Rosario Central. Sin embargo, según fuentes vinculadas al club, la reducción de horarios responde al objetivo de prevenir posibles conflictos, dado que esos días son de reunión frecuente para la barra brava del equipo.
Un contexto de violencia y posibles represalias
Los asesinatos de Bracamonte y Attardo tuvieron lugar el sábado pasado, luego del partido de Rosario Central contra San Lorenzo. Los dos jefes de la hinchada fueron baleados mientras se encontraban en una camioneta Chevrolet S10 blanca en la intersección de Avellaneda y Reconquista, cerca del estadio. Este violento ataque ha provocado una profunda conmoción entre los seguidores del club y ha encendido las alarmas en torno a la posible escalada de violencia.
Si bien la dirigencia del club no ha especificado públicamente los motivos de la limitación de horarios, fuentes cercanas al club indicaron que la decisión busca minimizar los riesgos de enfrentamientos y represalias que podrían surgir en este clima de tensión. Esta medida preventiva busca asegurar que el predio continúe siendo un espacio seguro para los socios y simpatizantes de Rosario Central.
Investigación en curso y sospechas de vínculo con el narcotráfico
Las autoridades han iniciado una investigación exhaustiva para esclarecer el doble homicidio de los líderes de la barra. Fuentes judiciales y policiales están explorando la posibilidad de que una organización criminal conocida como “Los Menores”, con supuestos vínculos en la zona noroeste de Rosario, esté detrás del ataque. Esta banda, cuya actividad ha sido reportada en los barrios 7 de Septiembre, Villa La Bombacha, Emaús, Stella Maris y Hostal del Sol, ya cuenta con antecedentes en informes de las fuerzas de seguridad.
La posible conexión con una organización narcotraficante añade una nueva dimensión a la violencia que rodea al mundo del fútbol en Rosario y subraya la gravedad de la situación que vive el club. Las autoridades evalúan medidas adicionales para proteger a los ciudadanos y prevenir que el deporte y sus espacios se conviertan en escenarios de actos delictivos.
Impacto y reacción de los hinchas
La medida tomada por el club ha generado diversas reacciones entre los socios y aficionados. Algunos han manifestado su apoyo a la decisión de limitar el acceso al Caribe Canalla como una medida para reducir el riesgo de nuevos enfrentamientos. Otros, sin embargo, lamentan que estas restricciones afecten a los asociados que utilizan el predio en forma pacífica y ajena a los conflictos de la barra.
El club en una encrucijada: seguridad versus tradición
Rosario Central enfrenta el desafío de garantizar la seguridad de sus espacios sin afectar la tradición y la cultura de sus seguidores. La dirigencia trabaja en conjunto con las fuerzas de seguridad para mantener el orden en los días de partido y en el uso del Caribe Canalla. Sin embargo, la limitación de horarios evidencia que la violencia en el entorno de los clubes deportivos puede impactar negativamente en sus actividades y en la experiencia de sus socios.