En una coyuntura crítica para el conflicto en Medio Oriente, el presidente estadounidense Donald Trump afirmó este domingo que existen «buenas posibilidades» de que se logre un acuerdo con el grupo islamista Hamas durante los próximos días. La declaración llega justo antes de su esperada reunión con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, prevista para este lunes en la Casa Blanca.
“Creo que hay buenas posibilidades de que lleguemos a un acuerdo con Hamas durante esta semana”, señaló Trump ante la prensa, anticipando un eventual avance en el complejo entramado de negociaciones que busca poner fin al prolongado enfrentamiento en la Franja de Gaza, que se acerca a los 22 meses de duración.
Netanyahu viaja a Washington con señales mixtas
Antes de partir rumbo a Estados Unidos, Netanyahu declaró que su gobierno envió una delegación de negociadores a Doha, capital de Qatar, para participar en nuevas conversaciones indirectas con Hamas. “Estamos trabajando para alcanzar un acuerdo basado en los términos previamente consensuados”, sostuvo el primer ministro, aunque reiteró que Israel no aceptará ningún pacto que no garantice desmantelar la capacidad militar de Hamas.
Pese a sus reservas, el líder israelí se mostró abierto a que la cumbre con Trump sirva como impulso diplomático: “La reunión con el presidente de Estados Unidos sin duda puede contribuir al progreso de estas tratativas, que todos deseamos”.
Avances en Doha, pero con condiciones
En paralelo, fuentes palestinas confirmaron que las negociaciones indirectas entre Israel y Hamas ya comenzaron en Qatar, con la mediación activa de representantes internacionales. De acuerdo con lo trascendido, se está discutiendo una tregua de 60 días, durante la cual Hamas se comprometería a liberar 10 rehenes vivos y varios cuerpos de personas fallecidas, a cambio de la excarcelación de prisioneros palestinos retenidos por Israel.
Sin embargo, las conversaciones están lejos de un consenso. El grupo islamista exige garantías para que no se reanuden los combates durante las negociaciones, la retirada progresiva de las tropas israelíes de Gaza y la reapertura del cruce fronterizo de Rafah, fundamental para la evacuación de heridos y la entrada de ayuda humanitaria.
Israel, por su parte, consideró “inaceptables” algunas de las condiciones planteadas por Hamas, especialmente aquellas que implican un alto el fuego permanente sin la desmilitarización del grupo armado.
El trasfondo humanitario y la presión internacional
Desde el brutal ataque de Hamas contra Israel en octubre de 2023, que dejó cientos de muertos y desencadenó una masiva ofensiva militar en Gaza, 49 personas secuestradas aún permanecen cautivas, de las cuales al menos 27 estarían muertas, según fuentes del ejército israelí.
Mientras tanto, la presión internacional por un acuerdo se intensifica. Organizaciones humanitarias alertan sobre la catástrofe civil en Gaza, mientras las familias de los rehenes reclaman avances concretos. En este contexto, la mediación de Trump aparece como un intento de relanzar el diálogo, luego de varios intentos fallidos en los últimos meses.
Una negociación frágil en manos del tiempo
Aunque persisten profundas diferencias entre las partes, el clima político internacional y la voluntad declarada de los actores centrales alimentan el optimismo. “Las posiciones se están intercambiando a través de mediadores”, indicó un funcionario palestino, que confirmó la presencia del negociador principal de Hamas, Khalil al-Hayya, al frente de la delegación en Doha.
El tiempo corre y la comunidad internacional observa. Por ahora, el desenlace sigue siendo incierto, pero las próximas 72 horas podrían ser decisivas para acercar —o definitivamente alejar— la posibilidad de una nueva tregua en Gaza.