Un enjambre de abejas genera preocupación en pasaje Casas: ¿peligro inminente o paso transitorio?

En el pasaje Casas al 600, una pequeña cortada entre Santa Fe y San Lorenzo, a pocos metros de la terminal de ómnibus, los vecinos viven días de incertidumbre debido a la aparición repentina de un enorme panal de abejas en la parte exterior de una ventana de una casa deshabitada.

“El panal es muy grande, y hay muchos chicos que juegan en la cortada. Me da miedo que le den un pelotazo y pase cualquier cosa”, comenta una vecina, visiblemente preocupada, al móvil de Radio 2. La calle, que también es utilizada como estacionamiento por personas que buscan o dejan pasajeros en la terminal, se ha convertido en un lugar incómodo y hasta temido por los vecinos debido a la presencia de cientos de abejas.

Sin embargo, Claudio, un experimentado apicultor de Casilda, ha llevado tranquilidad en el programa De boca en boca de Radio 2 al explicar que este fenómeno es transitorio y que las abejas no representan un riesgo inmediato para las personas.

Un alto en el camino: comportamiento de las abejas enjambreadas

Según Claudio, cuando un enjambre se detiene en un lugar como esta ventana, se trata de una parada temporal mientras buscan su destino definitivo. “Ese lugar no va a ser su nido, su casa. Es un primer salto para luego dirigirse a un lugar definitivo, como un árbol, un poste de luz o un inmueble con ladrillos huecos”, detalla.

El apicultor también explica que las abejas, al estar llenas de miel que cargan para el viaje, no pueden doblar su abdomen para utilizar el aguijón. Esto disminuye significativamente el riesgo de que ataquen a los humanos.

“A lo más tardar, mañana se van. Es un punto de descanso para llegar al objetivo”, asegura Claudio, quien insiste en que los vecinos no deben alarmarse innecesariamente.

¿Qué hacer en estos casos?

Aunque el enjambre en sí no es peligroso, Claudio señala que una buena medida sería contactar a un apicultor. Con una caja de madera y un marco especial, un profesional puede guiar al enjambre hacia la caja para trasladarlo a un entorno adecuado, como el campo.

Sin embargo, la situación cambia radicalmente si el panal se convierte en definitivo. “Cuando hacen nido, sí pasa a ser peligroso. En ese caso, no queda otra opción que eliminarlas con un insecticida piretroide”, advierte.

El apicultor recuerda un caso trágico que tuvo lugar en noviembre pasado, cuando un hombre murió tras sufrir 150 picaduras al acercarse a un árbol donde había un panal. Esta anécdota subraya la importancia de actuar rápidamente si las abejas deciden instalarse permanentemente en una zona habitada.

La preocupación vecinal y el día a día en el pasaje Casas

Mientras tanto, los vecinos del pasaje Casas no pueden evitar sentir inquietud. La combinación de un panal visible, niños jugando en la calle y el tránsito constante de personas ha generado un clima de tensión.

“Es una cuadra muy transitada, y ver tantas abejas juntas asusta. Además, la casa donde está el panal está abandonada, lo que complica aún más la situación porque nadie se hace responsable”, comenta otro habitante de la zona.

A pesar de las explicaciones técnicas, el temor persiste. Las abejas, aunque no ataquen, son vistas como una amenaza latente. Los vecinos esperan que el enjambre, tal como predijo el apicultor, se marche en cuestión de horas y que todo vuelva a la normalidad.