Este fin de semana, Villa Gobernador Gálvez volvió a ser escenario de violentas balaceras que dejaron claro un mensaje de advertencia, con frases de puño y letra que evocan amenazas de la mafia local. En dos domicilios distintos, aparecieron escritos con las frases “las deudas se pagan” y “la mafia no se traiciona”, acompañados por una serie de disparos que apuntan a un aparente reclamo de dinero, según indicaron fuentes policiales. Uno de estos sucesos ocurrió en una propiedad que ya había sido atacada en al menos dos ocasiones anteriores, mientras que otro de los ataques dejó consternados a los vecinos al producirse en un club de barrio, a escasos metros de una comisaría.
El Club Sociedad Recreativa e Instructiva Villa Diego: blanco de una balacera nocturna
El primer hecho tuvo lugar en el club Sociedad Recreativa e Instructiva (SRI) Villa Diego, ubicado en Garay al 2255. En este espacio, que también funciona como gimnasio y punto de encuentro para la comunidad, se escucharon más de 20 disparos alrededor de la medianoche. A pesar de estar a tan solo 50 metros de la Comisaría 29ª, los atacantes no dudaron en actuar y dejaron un mensaje en papel con una advertencia escalofriante: “las deudas se pagan”. Este episodio generó temor en la comunidad y encendió las alarmas de los investigadores, quienes buscan esclarecer el trasfondo económico y mafioso que motivó el atentado.
Aunque hasta el momento no se han esclarecido detalles sobre el modo en que se desplazaron los responsables, la cantidad de disparos y la ubicación del ataque indican que el mensaje no era para pasar desapercibido. Los investigadores intentan ahora conectar los hilos de esta balacera con otros episodios de violencia en la zona y confirmar si efectivamente se trata de un ajuste de cuentas o de un intento de intimidación.
Reincidencia en Parque Alegre: un tercer ataque a la misma vivienda
A unas 15 cuadras del club, en el barrio Parque Alegre, otro domicilio fue blanco de un violento ataque. En esta ocasión, se trata de una propiedad en Chubut al 1300 que ya había sido atacada el pasado 15 de octubre, en lo que se considera el tercer intento de intimidación. Según declaraciones de la víctima, la primera balacera ocurrió hace apenas unos días y no es la primera vez que recibe amenazas por parte de los mismos agresores.
En este último ataque, un individuo descendió de un vehículo y disparó varias veces contra la fachada de la casa, dejando una nota escrita a mano con un mensaje directo: “la mafia no se traiciona, pasanos el millón que debés”. La referencia explícita a una deuda en esta nota es un detalle que las fuerzas de seguridad analizan minuciosamente para dar con la identidad de los agresores. Este tipo de mensaje, acompañado de balaceras, sugiere un intento de coerción hacia la víctima, que en ambos casos parece deber sumas de dinero que los agresores exigen recuperar mediante métodos intimidatorios.
Una trama de violencia y amenazas que apunta a la mafia local
La presencia de mensajes escritos en cada uno de los ataques se convierte en una pieza clave en la investigación, pues vincula los episodios con un modus operandi asociado a prácticas de la mafia. En estos papeles se evidencia una exigencia económica que refuerza la hipótesis de que los ataques están motivados por deudas impagas. Las autoridades señalan que la referencia explícita a montos específicos en los manuscritos podría tratarse de una estrategia de presión, y no se descarta que esté relacionada con actividades de extorsión en la región.
Los investigadores trabajan en establecer si hay un patrón detrás de estos episodios y si estos ataques guardan conexión con otras balaceras registradas en la ciudad. La posibilidad de que estén relacionados con una estructura de cobro de deudas, o incluso con operaciones delictivas de grupos organizados en Villa Gobernador Gálvez, es un ángulo que se está investigando en profundidad.
La comunidad, en alerta y a la espera de respuestas
Mientras las fuerzas de seguridad buscan desenmarañar las causas detrás de estos ataques, la comunidad de Villa Gobernador Gálvez permanece alerta y preocupada. Los vecinos temen que estos episodios sean una señal de que la violencia continúa escalando y que la presencia de estructuras mafiosas pueda estar asentándose en la zona. A su vez, la cercanía de la Comisaría 29ª en uno de los ataques aumenta la inquietud de los ciudadanos, quienes sienten que ni siquiera la proximidad de las autoridades disuade a los grupos criminales de actuar con total impunidad.
Con estos episodios, Villa Gobernador Gálvez vive una situación de creciente inseguridad que exige una respuesta contundente por parte de las autoridades. La sucesión de hechos violentos, las amenazas de la mafia y la vulnerabilidad de espacios comunitarios, como el club Villa Diego, plantean un desafío urgente para las fuerzas de seguridad y para toda la comunidad, que exige vivir en un ambiente libre de violencia y miedo.
